LA ALABANZA QUE DIOS ANHELA (Parte VII)
 
MANERAS BIBLICAS DE ALABAR AL SEÑOR
 
La alabanza es principalmente la expresión de admiración y aprobación. En su sentido más pleno, incluye también la expresión de la gratitud y de acción de gracias por los favores recibidos. Así que, la alabanza y la acción de gracias frecuentemente aparecen ligadas.
 
Sin embargo, las formas más puras de alabanza no incluyen las gracias y la gratitud. Son esencialmente expresiones de admiración y adoración con la finalidad de alabar, sin que se tenga en cuenta los favores recibidos. Por lo tanto, alabar a Dios es primariamente ensalzar Su persona, carácter, atributos y perfección. Es el asunto de Su adoración, por quién es y por que lo es, más bien por que lo que haya hecho, lo cual haya resultado en nuestro beneficio. "Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza" (Sal 145:3).
 
La alabanza es primeramente un conocimiento interior de lo que es digno. Después, es una expresión externa de esa apreciación interna. No se convierte en alabanza hasta que encuentra su expresión externa. Mientras permanece dentro del corazón y de la mente, es admiración. Cuando encuentra su expresión y se convierte en algo sonoro o visible, entonces es alabanza.
 
 
A) EXPRESIONES BIBLICAS DE ALABANZA
 
Hay muchas maneras bíblicas de expresar nuestra alabanza a Dios.
Examinemos ahora algunas de éstas. Nuestra lista no pretende ser una demasiado detallada. Usted puede encontrar otras maneras que son igualmente bíblicas. Creo que Dios quiere que cada cristiano sea suficientemente libre en su espíritu para poder alabarle en todas y cada una de las maneras que se encuentran en la Biblia. Recuerda que estas expresiones de alabanzas son válidas y aceptables únicamente si son en realidad una manera genuina de expresar la alabanza que está en nuestros corazones y que necesita ser entregado a Dios.
En otras palabras, el hacer movimientos y ademanes en forma mecánica, no constituye la alabanza. Son solo formas de dar expresión a la admiración, acción de gracias y respeto que están dentro de nosotros.
 
Si usted está consciente de que la alabanza que hay dentro de su corazón nunca ha recibido la expresión adecuada, permítame sugerirle que estudie estas diferentes expresiones. Examine las referencias bíblicas citadas y considere su contexto y significado en oración. Luego, actúe cualquiera que sea la expresión que esté bajo su consideración.
 
Por ejemplo, si está estudiando las referencias relacionadas con dar exclamaciones, exprese tales exclamaciones de alabanza delante del Señor. Descubrirá una tremenda liberación cuando lo haga. Algo en su interior se liberará. Una nueva dimensión de alegría quedará libre en su interior pues ha sido obediente a Dios en este aspecto, comenzando a alabarle de maneras innovadoras que El ha establecido en Su Palabra.
 
Si alguna vez tuviera la oportunidad de enseñar estos principios de alabanza a otros, consiga que los practiquen a medida que los enseñe. No se contente con el mero hablar acerca de estos métodos de alabanza; ponga a las personas a participar y a poner en ejecución lo que está enseñando.
    1. Alabando a Dios con la Voz: "Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual redimiste. Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día ....(Sal 71:23,24).
     
    "Para exclamar con mi voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas" (Sal 26:7).
     
    David estaba proclamando constantemente las alabanzas de Dios. Decía cosas como estas: "Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confío mi corazón, y fui ayudado, Por lo que gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré" (Sal 28:7).
     
    Nosotros deberíamos cultivar también el hábito de hablar sobre el Señor y ensalzar Sus obras maravillosas. Empiece cada día proclamando alabanzas a Dios. Dígale lo grande y maravilloso que es, cuánto le ama y aprecia. De las gracia por el nuevo día que le ha permitido ver y comience a glorificarle por permitir que Su presencia le acompañe durante todo ese día. Cántele un himno de alabanzas y acción de gracias. Emplee su voz, sus labios y su boca como instrumentos de alabanza. Se quedará sorprendido al ver lo rápidamente que cultivará el hábito de la alabanza.
     
    "Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca" (Sal 34:1).
     
    "Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación; Jehová sea enaltecido" (Sal 40:16).
     
    "Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, Y haced oir la voz de su alabanza" (Sal 66:8).
     
    2. Aclamad a Dios: La alabanza verbal de la que hemos hablado en la sección anterior sólo requiere el volumen normal de una conversación. Hablamos con Dios de manera conversacional, diciéndole nuestra opinión sobre El y expresándole nuestro aprecio. Sin embargo, también hay ocasiones en que es idóneo y bíblico levantar nuestras voces y clamar a Dios. "...ACLAMAD A DIOS con voz de júbilo", dijo David en el Salmo 47:1.
     
    Muchas personas conservadoras son muy contrarias a las exclamaciones o a hacer cualquier clase de ruido en voz alta. Consideran que tal coas es digna de una persona. Algunos han llegado a decir: "No hace falta dar aclamaciones, Dios no es sordo". A tal declaración deberíamos replicar: "Dios tampoco se pone nervioso".
     
    Hay un tiempo y un lugar para la aclamación de gozo y para las expresiones de alabanza en voz alta; así que, no debemos sentir temor cuando llegue tal momento.
     
    "En tí se regocijen los que aman tu nombre..." (Sal 5:11).
     
    "Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón" (Sal 32:11).
     
    "Canten y alégrense los qu están a favor de mi justa causa..." (Sal 35:27).
     
    "Tus sacerdores se vistan de justicia. Y se regocíjen tus santos... Y sus santos darán voces de júbilo" (Sal 132:9,16).
     
    "Regocíjate y canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel" (Is 12:6).
     
    "Canta, oh, hija de Sión; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén" (Sof 3:14).
     
    "... Y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo.. y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros" (Lv 9:23,24).
     
    "Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló" (IS 4:5).
     
    3. Cantos. "...Venid ante su presencia con regocijo" (Sal 100:2).
    Cantar es una de las reacciones más simples y naturales para engrandecer a Dios. Es una expresión espontanea de emoción gozosa. Ha sido siempre una expresión válida de alabanza entre el pueblo de Dios. Inmediatamente después del Exodo de Egipto, cuando Dios los llevó a salvo a través del Mar Rojo, María dirigió a los hijos de Israel en cánticos de alabanzas a Dios, quien les había liberado de una manera tan maravillosa de manos de sus enemigos.
     
    "Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y al jinete" (Ex 15:21).
     
    Hay muchas referencias sobre los cántico a través de todas las Escrituras.
    Las siguientes son unas cuantas: "... Yo cantaré a Jehová. Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel" (Jue 5:3).
     
    "Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cataré a tu nombre" (2 S 22:50).
     
    "Cantad a él, cantadle salmos, Hablad de todas sus maravillas" (1 Cr 16:9).
     
    "Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David y de Asaf vidente; y ellos alabaron con gran alegría y se inclinaron y adoraron" (2 Cr 29:30).
     
    "Alabaré a Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo" (Sal 7:17).
     
    "Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo" (Sal 9:2).
     
    "Cantad a Jehová, que habita en Sión..." (Sal 9:11).
     
    "Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien" (Sal 13:6).
     
    "Engrandécete, oh Jehová, en tu poder; Cataremos y alabaremos tu poderío: (Sal 21:13).
     
    "Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová" (Sal 27:6).
     
    "Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad" (Sal 30:4).
     
    "Cantadle cántico nuevo; Hacedlo bien, tañendo con júbilo" (Sal 47:6,7).
     
    "Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré y trovaré salmos" (Sal 57:7).
     
    "Pero yo cantaré de tu poder. Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a tí cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia" (Sal 59:16,17).
     
    "Así cantaré a tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día" (Sal 61:8).
     
    Hay muchas otras referencias relacionadas con el cantar alabanzas a Dios, pero las siguientes bastarán para darnos alguna idea sobre su importancia. Cantar es una señal de alegría y satisfacción espiritual. Es un síntoma que le ha tocado complacencia por la fortuna o suerte que le ha tocado a uno en la vida.
     
    Es una expresión emocional saludable y positiva, la cual suministra fortaleza a todo nuestro ser.
     
    Dios se deleita en escucharnos cantar Sus alabanzas.
     

 

 

B) UNA VARIEDAD DE CANCIONES
 
En Efesios 5:19 y Colosenes 3:16 se nos exhorta a cantar salmos, himnos y canciones espirituales... al Señor.
 
Los salmos han proporcionado una tremenda cantidad de material para la adoración cantada, desde los antiguos himnos tradicionales a las canciones corales modernas inspiradas directamente de ellos.
 
Los himnos también han provisto grandes temas para inspirar a la Iglesia y suministrarle cánticos de alabanzas.
 
De alguna manera las canciones espirituales son diferentes de cada una de las categorías previas. Son canciones dadas directamente por el Espíritu y cantadas espontáneamente a medida que El inspira tanto la letra como la melodía.
 
Estas canciones pueden ser en el idioma de la persona que canta, en cuyo caso son cantadas. "... con el entendimiento..." (1 Co 14:15). En otros casos, la letra puede ser en "otras lenguas", en cuyo caso la persona queda "sin fruto..." (1 Co 14:14). La mente no tiene un entendimiento natural de lo que se canta, aunque a la vez conoce intuitivamente que el Espíritu está alabando y magnificando a Dios, frecuentemente con "lenguas angélicas".
En ambos casos las canciones son totalmente espontáneas y carentes de planificación. Estas interpretadas por fe. El que canta, al escuchar al espíritu de Dios en su propio espíritu. Sigue por fe la melodía y las palabras que El le inspira.
 
C) EXPRESIONES FISICAS DE ALABANZA
 
Además de las expresiones de alabanza visibles y auditivas, la Biblia cita muchas maneras en las que podemos usar la expresión física para adorar a Dios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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