- EL REINO DE DIOS
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- El gobierno del Reino
- La Biblia deja ver dos principios claros sobre el gobierno
de Dios. Primero, El es Todopoderoso; ningún poder está
por encima del Suyo (Sal 19:1-6). Segundo, ha dado Su gobierno
sobre la tierra al hombre (Gn 1:26-28): "...los cielos son
del Señor, pero ha dado la tierra a los hijos de los hombres"(Sal
115:16)
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- El Reino Perdido
- Hubo dos tragedias cuando el hombre cayó de su lugar
de comunión con Dios y como gobernante bajo la inmediata
dirección de Dios. Al hacer caso a las mentiras de Satanás,
el hombre perdió su lugar con Dios y cedió su dominio
sobre esta tierra bajo Dios, entregándolo en manos del
enemigo.
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- El Reino Usurpado
- Desde ese tiempo, el gobierno de la tierra ha estado en la
mano de Satanás, que es llamado "el dios de este
mundo" (2C0 4:4) y el "príncipe de este mundo"
(Jn 14:30). Se nos dice que "todo el mundo está bajo
el poder del inicuo" (I Jn5:19). De la misma manera, Pablo
habla de "este presente mundo malo" (Ga 1:4).
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- El Reino Arruinado
- Lo que Dios creó ha cambiado básicamente, sino
que ha caído en manos de un gobernante rebelde e inicuo.
Satanás ejerce una gran influencia por medio de la cual
incrementa la ruina sobre el hombre. Por lo general, la mayoría
de las cosas de las que la gente culpa a Dios - enfermedades
cardíacas, esastres, guerras, contiendas, derramamientos
de sangre, vidas inmorales, hogares rotos, cuerpos enfermos,
sufrimientos y muertes - no son señales de la obra y voluntad
de Dios. Estas cosas han venido como resultado de la desobediencia
del hombre a Dios. Esto abrió la puerta para la entrada
del programa de ruinas y destrucción del diablo.
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- El Reino Prometido
- Jesús el Cristo vino para establecer Su reino prometido
en las profecías. El es el Hijo de Dios y vino como Salvador
y Rey. Su misión no sólo fue como el segundo Adán,
para rescatar al hombre y restaurar su comunión con el
Dios viviente, sino también como Príncipe de Paz,
para conquistar el gobierno que Dios le había entregado
al hombre, quien lo había perdido a manos del enemigo.
El ministerio de Jesús muestra lo que sucede cuando al
gobierno de Dios vuelve a entrar en el escenario humano. Demostró
la prueba de la presencia del Reino de muchas maneras. Su amor
sin fin, gracia y perdón, Sus milagros poderosos y sanidades,
Su poder sobre los demonios - todas estas cosas comprobaron que
el gobierno de Dios estaba entrando en este mundo otra vez. Mostró
a la gente cómo entrar en el Reino. "Arrepentíos,
porque el Reino de Dios está aquí con vosotros
ahora". Llamó a la gente a arrepentirse, a volver
al gobierno amoroso de Su Padre celestial. Siempre que la gente
recibía ese gobierno el creer Su palabra, el Espíritu
Santo confirmaba el evangelio del Reino con señales, maravillas
y milagros (He 2:3,4). El Espíritu Santo mostró
que la presencia del Rey era real (Hch. 2:22; Lc. 24:19; Jn 3:33-35;
5:19).
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- Victoria del Reino
- A lo largo de todo Su ministerio, Jesús entrenó
a otros para el ministerio. Les dijo que moriría y resucitaría
de los muertos; luego ascendería al Padre de entre ellos
(Mt 20:18, 19; Jn 14:19-21). Pero no fue hasta después
de que hubo resucitado que Sus seguidores comenzaron a darse
cuenta de que el Reino no era sólo para el "dulce
futuro" sino también para el "presente infestado
de pecado". Empezaron a saber que Su muerte, resurrección
y regreso al cielo había derrotado al infierno y deshecho
en pedazos el dominio de muerte de Satanás sobre los moradores
del planeta.
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- La Promesa del Reino
- Cristo prometió que el Espíritu Santo haría
que el Reino de Dios funcionara a través de Sus seguidores,
como había sucedido a través de El. Jesús
dijo: "Verdaderamente os digo, el cree en mi, hará
las obras que yo haga, y hará aun obras mayores que estas
porque yo voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre,
yo lo haré, para que el Padre pueda recibir gloria en
el Hijo. Si pedís algo en mi nombre, lo haré. Si
me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo pediré
al Padre y os dará otro Consolador, el Espíritu
de verdad, para que esté con vosotros para siempre. El
mundo no puede recibirlo, porque ni lo ve ni le conoce, pero
vosotros lo conocéis, porque vive y permanece con vosotros,
y estará en vosotros" (Jn 14:12-17). También
les dijo: "Edificaré mi Iglesia", anadiendo
que "los poderes del infierno no tendrán victoria
sobre ella, porque le daría las llaves del Reino de los
cielos" (Mt 16:18,19). Después de volver a la vida
y antes de regresar al cielo, prosiguió diciéndoles
que esperaran un nuevo poder para el ministerio a través
de la presencia y del poder del Espíritu Santo(Hch 1:1-8;
24:49)
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- El Poder del Reino
- La venida del Espíritu Santo en Pentecostés
fue el inicio de la Iglesia. El Espíritu Santo dio poder
a cada miembro con la misma capacidad que el Rey. El Reino podía
desplazarse entre ellos con poder, parar que pudieran conquistar
toda obra de Satanás que se cruzara en su camino. la iglesia
estaba y está formada de creyentes en Cristo que han nacido
del mismo Espíritu que capacitó a Jesús.
Nacida del Espíritu llena del mismo, la Iglesia comenzó
a hacer la obra del Rey. Es la voluntad de Dios que esto continúe
hasta que el vuelva como lo prometió (Lc 19:13). La gloria
final de Su Reino sobre la tierra todavía está
por venir. Hasta entonces, Su Cuerpo, la Iglesia, es la plenitud
de Su Reino, alcanzando a toda persona de cualquier raza o nación
que lo reciba voluntariamente.
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- La Autoridad del Reino
- La base para toda la autoridad, áreas de gobierno
y todo el ministerio en el Reino es la cruz de Jesucristo. Cristo
recibió todo poder como resultado de Su victoria sobre
los poderes del infierno. Su sangre y Su cruz derrotaron al pecado
y a la muerte, y Su resurrección de entre los muertos
ha comprobado Su soberanía como Rey. Ahora que se ha sentado
a la diestra del Padre: "Todo está bajo Sus pies"
(Ef 1:22). "En su cruz despojó a los principados
y a las potestades, y los exhibió públicamente"
(Col 2:15). "Os ruego que conozcáis... la grandeza
(sin límite) del poder de Dios hacia nosotros que creemos.
Ese poder es el que obró en Cristo cuando lo levantó
de entre los muerto, y lo colocó a su diestra en el cielo.
Allí reina, por encima de todos los gobernantes y poder
y potestad y todo nombre, no sólo en este mundo sino también
en el que ha de venir" (Ef 1:16, 19-21).
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- El Ministerio del Reino Aquí están los ideales
del Reino de Dios:
- que la cruz se ha convertido en la base del nuevo gobierno
de poder de Cristo, a través del ministerio de u Iglesia
a todo el mundo;
- y que Su Resurrección después de la muerta
muestra Su victoria sobre lo peor que pueda hacer el infierno
(He 2:14,15).
- y ahora, desde Su trono en el cielo, El esparce la obra de
Su Reino a través de Su Cuerpo, con la participación
de cada miembro y la vida que Cristo les imparte por Espíritu
Santo que mora en ellos.
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- La Gente del Reino
- Jesucristo no ha dejado la Iglesia sobre la tierra a merced
de los poderes del infierno. Ella presenta a Jesús públicamente,
donde las almas puedan verlo. El mundo puede ver al mismo Jesús
a través de la Iglesia. Su vida, poder y plenitud, son
mostradas y dadas a conocer por Su Espíritu. La Iglesia
no fue dejada en la tierra para que defendiera una posición
doctrinal o tratara de mantener las cosas como son. En lugar
de eso, estamos aquí para dejar que la vida de Jesús
fluya a través de nosotros, para ser compañeros
en Su victoria constante. Su gloria y victoria fluirán
a través de la nación que compone Su Reino. El
está tocando a los hombres y los eventos con vida divina
hasta que El retorne del cielo.
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- La Guerra del Reino
- Este desplazamiento de la victoria del Reino no significa
que no habrá "guerra". Las pruebas, el cansancio,
las tentaciones, enfermedades, asaltos del maligno y depresiones,
son agentes que azotan a menudo a los fieles (Hch 14:21,22).
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- La enseñanza del verdadero Reino no teme afirmar el
hecho de que los tiempos difíciles y lo que aun parece
una derrota, a veces
- pueden afectar al creyente verdadero. Una batalla que ha
sido perdida o que parece no terminar, es sólo un parte
del camino hacia una nueva área de victoria. "Y lo
vencieron (al diablo) por la sangre del Cordero, y por la palabra
de su testimonio; y no amaron sus vidas, hasta el punto de morir"
(Ap 12:11).
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- Debemos ganar la victoria y el impulso de avance, pero esto
requiere grandes esfuerzos de nuestra parte, aunque muchas veces
nos parezca estar perdiendo terreno, ya sea por temporadas. Todas
las secciones anteriores son solamente un bosquejo del concepto
del Reino de Dios como se enseña en las Escrituras. Cuando
un creyente empieza a ver la verdad del Reino de Dios, necesita
inmediatamente recibir la capacidad y poder para servir en el
nombre de Jesús.
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