HABACUC
 
El profeta Habacuc era contemporáneo de Jeremías y vivió en la época de decadencia de la nación, cooperando en la obra de advertir al pueblo en contra de sus pecados, de anunciar juicio sobre ellos y sobre los instrumentos paganos que Dios empleara para disciplinarlos. Era un filósofo, ocupándose con los problemas del mal, y las relaciones de Dios con el mundo. Era un buen pensador y, expresando sus razonamientos en un estilo superbe y elevado, su libro se destaca en aquel arroyo de literatura que caracteriza el movimiento profético de los siglos séptimo y sexto antes de Cristo.
 
El estudio introductorio de la Profecía de Habacuc se desarrolla bajo los siguientes puntos: Nombre del profeta, su vida, fecha y tiempos, enseñanzas y carácter de éstas, la ocasión y el propósito de la Profecía, carácter y estilo, y análisis.
 
I. Nombre
El nombre de Habacuc significa abrazo, o abrazo ardiente. Por el significado del nombre Habacuc, algunos de los rabinos creían que el profeta era el hijo de la mujer sunamita mencionada en 2R.4:16, donde se dice: "abrazarás un hijo". Sin embargo, no es más que una suposición, Igual carácter tiene la idea de Peiser (cit. Por Ward) de que la semejanza verbal entre el nombre del profeta y la palabra hambakuku (del idioma asirio, el nombre de una planta de jardín) indica que el profeta habría vivido en Asiria y que tuvo su entrenamiento en Nínive. Verdadera evidencia histórica, no hay ninguna.
 

 

II. Vida.
De la vida de Habacuc no sabemos casi nada. De su libro se desprende poco que nos sirva de qyuda para cerciorarnos de algo concreto en cuanto a la vida personal del profeta. De 1:1 y 3:1 se saca la conclusión de que profeta, o sea, que era reconocido como perteneciente a la clase u orden profética. Por la expresión en 3:19: Al jefe de los cantores sobre mis instrumentos de cuerdas, se ha creído que él era miembro del coro del templo, y por eso de la tribu de Leví. Sin embargo, el significado de esta expresión es inseguro.
 
En un manuscrito griego de la historia de Bel y el Dragón (Códice Chisian) se afirma también que era de la tribu de Leví, y la misma referencia lo llama hijo de Jesús (Josué). En cambio, según el libro Vidas de los profetas, atribuido a Epifanio (310-403) era de la tribu de Simeón.
 
Aunque la historia no nos revela nada cierto acerca del profeta Habacuc, en los libros apócrifo y judíos existen muchas leyendas acerca de él. En una de las adiciones a Daniel, la historia de Bel y el Dragón (en la Biblia católica, cap. 14), tenemos una referencia de Habacuc. De acuerdo con este relato, Daniel fue arrojado nuevamente en el foso de los leones. Habacuc se encontraba en Palestina, y salía al campo donde estaba trabajando sus cosechadores, a quienes iba a llevarles la comida. Estando él en el campo, de repente se le apareció un ángel quien le mandó que llevara esa comida a Daniel, que se hallaba hambriento en el foso de los leones. Habacuc explicó que nunca había visto a Babilonia, ni sabía dónde estaba Daniel. El ángel entonces lo levantó por la coronilla de su cabeza, por los cabellos, y lo trasladó al foso de los leones. Habiendo dado a Daniel la comida que tenía preparada para sus trabajadores, de inmediato el ángel lo trasladó nuevamente a su casa en Palestina.
 
De acuerdo con el libro Vidas de los Profetas, ya mencionado, cuando Nabucodonosor entró en el país, Habacuc huyó a Egipto desde Palestina, para volver después de la retirada de las fuerzas caldeas, donde vivió hasta dos años antes de la restauración de los judíos a su tierra en tiempo de Zorobabel (537 a. De J.C.).
 

 

III. Fecha y tiempos de Habacuc.
El profeta Habacuc es otro de los hombres de Dios que vivió en el período de reforma y de entusiasmo religioso del último cuarto de siglo antes de la caída de Jerusalén. Por las referencias que en su libro se hacen a los caldeos, creo que fue escrito éste poco después del aparecimiento de Babilonia sobre el escenario nacional como factor principal en la política mundial, o sea, poco después de la victoria de Nabucodonosor sobre las fuerzas egipcias en 605, en la batalla de Carquemis. Nabopolasar, padre de Nabucodonosor, que puede llamarse el fundador del segundo imperio caldeo, fue hecho virrey de babilonia bajo el reinado de Asur-etil-ilani, de Asiria, (país que ejerció soberanía en Babilonia). Por la debilidad de los últimos reyes de Asiria, Nabopolosar se hizo más fuerte, sin duda juntando armas y confirmando alianzas con el fin de librarse completamente del yugo asirio. Alrededor de 614 a. De J.C. se habría declarado independiente, y en 612, valiéndose de una alianza con los medos bajo Ciajares, participó en el sitio de Nínive, que fue destruida. Con esta destrucción del poderío asirio, consolidadas sus victorias, y el vencimiento de las fuerzas egipcias en 605, los caldeos quedaron como el país más fuerte de la época.
 
Los caldeos eran originarios de la parte septentrional de Mesopotamia y, bajo Nabopolasar, establecieron su dominio en Babilonia.
 
Creo que la profecía de Habacuc coincidió con el reinado de Joaquim en Jerusalén, siendo el profeta Jeremías su contemporáneo. Probablemente Habcuc fue posterior a Nahum y Sofonías, y anterior a Ezequiel y Daniel. Sin embargo, es probable que la vida del profeta se extendió hasta la época de Daniel y Ezequiel.
 
Keil fecha la Porofecía de Habacuc antes del año 13 sw Josías (antes de 626) (Introduction, pág.411). Kleinert y Elliott la ponen en 605, antes de la batalla de Carquemis; Angus y Green la fechan en tiempo de Joaquim, después del vencimiento de Necao pero antes de la invasión de Nabucodonosor en 605. Robinson la data en 603 a. De J.C. Davidson cree que la profecía fue escrita antes de la destrucción de Jerusalén en 586. Ward pone la sección 1:12-2:20 después de la caída de Jerusalén.
 
Indico como fecha de la Profecía cerca de 600 a. De J.C. para los primeros dos capítulos, siendo la época de origen del salmo en el cap. 3.
 
Nota. Para un estudio más detallado de los tiempos de Habacuc, véanse las intoducciones a las profecías de Nahum, Jeremías, Sofonías y Ezequiel.
 

 

IV. Enseñanzas de Habacuc y carácter de éstas.
La profecía de Habacuc tiene un punto de vista más amplio que el algunos otros profetas. Para él, la religión de Jehová era universal en carácter, doctrina expresada en el pasaje en 2:14: "Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar."
 
Enseña también la doctrina de que Dios emplea instrumentos humanos para la ejecución de sus propósitos. En este caso son los caldeos los que son utilizados por Dios en la tarea de disciplinar a los judíos.
 
Un tercer concepto que se halla plenamente expuesto en la Profecía es el de la fidelidad a Dios como base de la perseverancia. Esta doctrina la tenemos en 2:4: "El justo en su vivirá". La palabra traducida fe significa aquí más bien fidelidad (véase la nota sobre 2:4). El contexto del pasaje muestra que es la destrucción de los enemigos de Dios lo que se contempla aquí, por su orgullo y cruel opresión a otros pueblos. En contraste con esto nos es presentada la fidelidad del pueblo de Dios que les asegura la vida (2:4).
 

 

V. Ocasión y propósito.
La ocasión y propósito se desprenden del estudio detenido de la Profecía.
 
- Ocasión.
    La ocasión es triple en carácter.
     

 

El primer aspecto de la ocasión de Habacuc lo podemos ver en la inquietud y perversidad del pueblo, causa principal de la queja del profeta en 1:2-4; es su pecado lo que motiva la venida de los caldeos.
 
El segundo aspecto de la ocasión de esta profecía es la venida de los caldeos como instrumentos de la venganza de Dios.
 
Un tercer aspecto de la ocasión está en el esfuerzo del profeta por resolver los problemas filosóficos que se suscitan en su mente, los que fueron:

 

 

- Propósito.
    Podemos distinguir varios propósitos a través de las breves líneas de esta profecía.
     

 

Presentar la solución de los problemas filosóficos que le habían venido a su mente (mencionados en el tercer aspecto de la ocasión).
 
Profetizar la destrucción de los caldeos.
 
Animar al pueblo de Dios a tener coraje en medio de las dificultades que se le presentaban.

 

 
VI. Carácter y estilo.
- Carácter.
    El profeta Habacuc podría ser llamado el profeta de la duda por los problemas filosóficos que él suscita para discusión. Al mismo tiempo, los problemas que le viene a la mente, los lleva directamente a Dios para su resolución, recibiendo de él los consejos que su mente busca.
     
    EL libro presenta el cuadro de un hombre que sinceramente estaba perplejo por la forma en que se desarrollaba la situación de su país, en relación con Dios, y con el mundo en general. Habacuc era un hombre que encontraba un conflicto entre el mundo, como él lo veías en experiencia, y su idea con respecto a cómo debía ser el mundo. Esto siempre produce conflicto en la mente de un hombre religioso.
     
    No sólo se hallaba en medio de un conflicto intelectual y espiritual, sino que tuvo el coraje suficiente a la luz, y resolviéndolas bajo la inspiración de Dios. Uno de los aspectos del tema de la Profecía podría calificarse como el triunfo de la fe sobre la duda, o la fe del hombre que duda.
     
    El estudio de la experiencia religiosa de Habacuc nos hace saber que la duda puede ser un elemento normal en el desarrollo del ser humano, que en sí no es un pecado sino un resultado del procedimiento interno de la sicología del hombre que está en error hacia la verdad.
     

 

- Estilo.
    El profeta Habacuc tiene uno de los estilos más puros y excelentes de todo el Antiguo Testamento. Fue un gran poeta, y se expresaba con energía y fuerza. Tiene originalidad, figuras gráficas y vívidas, y una pasión natural que viene siempre a aquél que escribe las experiencias y los sentimientos propios que le han conmovido profundamente. Entre los profetas hebreos, ninguno le sobrepasó en la nitidez y elocuencia de su estilo (Pidge).

 

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