- MARÍA LA MADRE DEL SALVADOR
-
- La Virgen de Nazaret
-
- Tal como Isaías profetizó unos 700 años
antes de Cristo (Isaías 7: 14, Mateo 1:22-23), la virgen
concebiría, e iba a dar un hijo, <<Enmanuel>>
que significa, Dios con nosotros. Así ocurrió,
y Jesús, Dios hecho hombre, venía a este mundo
ya que María, la virgen concibió del Espíritu
Santo (Mateo 1:18). Todos los cristianos sabemos y creemos esto.
-
- Jesús nació de la virgen María por obra
del Espíritu Santo.
-
- María, bendita entre las mujeres
-
- Leemos así en la Palabra de Dios: <<Al sexto
mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad
de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón
que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre
de la virgen era María, y entrando el ángel en
donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor
es contigo; bendita tú entre las mujeres>> (Lucas
1: 26-28). María, Miriam en hebreo, había sido
escogida por Dios para traer al Mesías de Israel y Salvador
de la humanidad al mundo ¡qué tremendo privilegio
para una doncella de Israel!.
-
- No obstante, María no fue la única <<bendita
entre las mujeres>>, hubo otra mujer de Israel <<bendita
entre las mujeres>> en la Biblia también. Fue Jael,
y fue bendita entre las mujeres porque también obedeció
a Dios de una forma muy especial. Leemos así en el libro
de los Jueces: <<Bendita sea entre las mujeres Jael, mujer
de Heber ceneo; sobre las mujeres bendita sea en la tienda>>
(Jueces 5: 24). Sin embargo, María tuvo el incomparable
privilegio de traer al mundo a Jesús, nuestro Salvador
y Señor. Ella fue una mujer piadosa, humilde, conocedora
de las Escrituras, llena de fe, escogida por Dios, como hemos
dicho, para llevar en su seno al Redentor del mundo. Mujer de
obediencia, ejemplo e inspiración para todos nosotros
los que amamos al Señor.
-
- ¿Qué hay de María según las
Sagradas Escrituras?
-
- La Bienaventurada fue la elegida por Dios para el advenimiento
del Mesías. María fue obediente a Dios, el Dios
de Israel, en todo lo que el ángel Gabriel le pidió.
Sin embargo, aparte de este hecho tan memorable, relativamente
poco más vemos sobre María en las Escrituras. Los
apóstoles, Pablo, Pedro, Juan, Judas, Santiago, ni siquiera
la mencionan en sus diversas epístolas; en ningún
lugar de ellas se menciona a María, la madre de Jesús.
Si María hubiera tenido algún papel importante,
además de el de ser la madre de Jesús, tal y como
vemos en los Evangelios de Mateo y Lucas, ¿no hablaría
la Biblia de ello?, sin embargo, no es así. Sólo,
en el libro de los Hechos de los apóstoles, se nos dice
que la Bienaventurada estaba reunida con todos los demás
en el aposento alto. Leemos así: <<Y entrados, subieron
al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés,
Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de
Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos
éstos perseveraban unánimes en oración y
ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús,
y con sus hermanos>> (Hechos 1:13,14). El pasaje en cuestión,
nos describe a los primeros discípulos de Cristo y a ella
como una más entre los demás que estaban orando
a Dios; además, no la describe como virgen, sino como
la madre de Jesús. De hecho, la Biblia sólo habla
de María como virgen al principio de los evangelios de
Mateo y Lucas en relación a la venida al mundo del Salvador,
luego se habla de María como la madre de Jesús,
y de los hermanos de Jesús.
-
- María tampoco tenía ningún papel clave
en el ministerio de su hijo (ver el pasaje de las bodas de Caná,
donde Jesús más bien la reprende con amor por aún
no haber llegado el momento de Su ministerio, Juan 2:4).
-
- La familia de Jesús
-
- En otra ocasión aparece la madre de Jesús con
los hermanos de éste. Es interesante el siguiente pasaje
de la Escritura donde Jesús nos muestra Su orden de prioridades:
<<Mientras Jesús aún hablaba a la gente,
he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían
hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos
están afuera, y le querían hablar.
- Respondiendo Él al que le decía esto, dijo:
¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?.
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí
mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano,
y mi hermana, y mi madre>> (Mateo 12:46-50).
-
- Asimismo, en Lucas 8: 21, encontramos, <<Jesús
entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son
los que oyen la palabra de Dios, y la hacen>>. Evidentemente
aquí el Señor estaba enseñando lo siguiente:
El ponía el parentesco espiritual por encima del natural.
Cuando Jesús dijo: <<Porque todo aquel que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése
es mi hermano, y mi hermana, y mi madre>>, estaba diciendo
que para él, lo importante era que la gente, y aun su
propia familia terrenal, incluida su madre, buscara a Dios de
todo corazón.
-
- Nunca puso Jesús a su madre por encima de los que
buscan a Dios de verdad.
-
- Consideraba como verdadera familia Suya a los que creían
en El, ya que en ese momento, ninguno de sus hermanos y hermanas
creían en El. En Lucas 11: 27, encontramos esto: <<Mientras
él (Jesús) decía estas cosas, una mujer
de entre la multitud levantó la voz y le dijo: ¡Bienaventurado
el vientre que te llevó y los senos que mamaste!>>.
Ante tal declaración, cabría pensar que aquí
se estaba exaltando a María por el hecho de ser la portadora
de su hijo Jesús durante su gestación, y ser también
la que lo alimentó de bebé.
- Cabría pensar que Jesús le daría la
razón a esa mujer que seguramente también era madre,
o que al menos, callaría como señal de asentimiento.
Pero, ¿fue eso así?. Pues la verdad es que no.
Esta fue la respuesta del Señor a esa mujer, y por extensión,
a todos nosotros: <<Pero él dijo: ¡Antes bien,
bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la obedecen!>>
(Lucas 11: 28). ¡Jesús dio preeminencia a todos
aquellos que oyen la palabra de Dios, es decir, la Biblia, y
la obedecen, es decir, la ponen en práctica!, textualmente,
todo ello, por encima del vientre que lo llevó y de los
pechos que mamó.
-
- El Señor en su omnisciencia ya sabía que en
un momento dado de la historia se iba a dar exagerada importancia
a María, hasta el punto de exaltarla justo por debajo
de la Deidad.
-
- Así pues, la Biblia nos advierte a no caer en el error
pecaminoso de exaltarla, ni tampoco exaltar su maternidad incluso
por encima del valor de la fe de los verdaderos creyentes, tal
y como hemos leído.
-
- ¿Era perfecta María?
-
- Por ser María bendita entre las mujeres (Lc. 1: 28),
ser un ejemplo de obediencia y de fidelidad a Dios, ¿significa
esto que María era perfecta, que no tenía pecado
y que por lo tanto, no requería de la salvación
que Jesús iba a traer al mundo por su sacrificio en la
cruz? No. María, como todos los humanos, no podía
salvarse a sí misma, ni por sus obras, ni por su propia
justicia ni santidad, porque al igual que todos los demás,
ella era humana, y por lo tanto, descendiente de Adán
y Eva. La Biblia dice claramente que María se veía
necesitada de la salvación que sólo Dios por Su
gracia puede dar; y la da por los únicos y suficientes
méritos de Cristo Jesús. María exclamó
cuando fue a visitar a Elisabet: <<...Mi espíritu
Se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de
su sierva...>> (Lucas 1:47, 48).
-
- Como todos los seres humanos, María la madre del Señor
Jesús, requería de la salvación que sólo
el Hijo de Dios podía traer. Como dice Miguel Ángel
Tiscar, ex- sacerdote católico-romano, <<Ella dice,
y no podemos decir que María es embustera ni mentirosa.
Ella dice: en Dios mi Salvador, luego ¡fue salva!>>.
Si fue salva, es que antes estaba perdida, ¿no es cierto?
, ya que uno es salvo de la perdición o condenación
que por justicia merece (Ro. 3: 23). María, como todos
los hombres y mujeres que creen en Jesús como su Salvador
personal, llegó a ser redimida, es decir, comprada por
precio, ¿qué precio?, el precio que Jesús
pagó en la cruz.
-
- Sí, Jesús también murió y
resucitó por María, su madre.
-
- ¿Falsa modestia?
-
- María, llanamente reconoció como era ante Dios.
Ella reconoció <<su bajeza>> y la necesidad
de Cristo, como <<su Salvador>>. Esa <<bajeza>>
de la cual María nos habla en el <<Magnificat>>,
no era una manifestación de una gran modestia de María,
como Roma dice. Si realmente María hubiese sido sin pecado
y perfecta como Jesús, nunca hubiera hablado de su <<bajeza>>
porque no la hubiera tenido; esto hubiera sido simple y llanamente:
falsa humildad, y esta última nunca se hubiera producido
si realmente María hubiera sido <<sin pecado concebida>>.
La verdadera humildad es reconocer lo que uno es, así
como lo que uno no es.
-
- Jesús, María y Juan
-
- Es célebre el pasaje de los Evangelios donde Jesús
en la cruz le dice a su madre: <<Mujer, he ahí tu
hijo>> (Juan 19:26), y luego le dice a Juan: <<He
ahí tu madre>> (Juan 19:27). Roma ha enseñado
que esa es prueba de que María es <<nuestra Madre>>.
Sin embargo, Jesús siempre nos enseñó del
Padre que está en los cielos, no de una Madre terrenal
ni celestial. Dicen, y muy acertadamente, que <<un texto
fuera de contexto es un pretexto>>. El que Jesús
le dijera a su madre que Juan, el discípulo, sería
<<su madre>>, no se puede extrapolar a todos los
creyentes, ya que ninguna mujer puede ser madre de todos.
-
- Jesús utilizó un hebraísmo. Es evidente
que Jesús, al ser el primogénito, y habiendo muerto
José, le concediera a Juan el privilegio de cuidarla,
tal y como leemos seguidamente: <<Y desde aquella hora
el discípulo la recibió en su casa>> (Juan
19:27 b). Jesús entendió que María su madre
estaría mejor con la familia de la fe que con sus hermanos
que aún no creían en él. Por lo tanto, espiritualizar
estos versículos, es sacar la cuestión de su contexto
verdadero. Un teólogo católico-romano tan conservador
como L. Ott, se ve obligado a confesar: <<Faltan pruebas
escriturales expresas. Los teólogos buscan un apoyo bíblico
en las palabras de Cristo en Juan 19: 26 ss.: ''Mujer he aquí
tu hijo'', ''He ahí tu madre'', pero, de acuerdo con el
sentido literal, dichas palabras se refieren sólo a las
personas a quienes van dirigidas: María y Juan>>.
-
- ¿María o <<mariolatría>>?
-
- Este es el comentario del ex-sacerdote católico romano
D. José Borrás, el cual, y al respecto de la cuestión
transcribimos con gusto: Los cristianos no estamos de acuerdo
en aplicar a la madre de Jesús títulos que ella
nunca ostentó ni reclamó, que son simple producto
de una falsa y exagerada piedad, mal dirigida, careciente de
base bíblica e histórica. Como cristianos, creemos
que la María humilde y sencilla de los Evangelios ha sido
desfigurada, idealizada, y exaltada de tal manera en la Iglesia
católica y romana que ha dado lugar a toda una teología
y una liturgia distintivamente marianas, convirtiéndose
esta devoción en una verdadera práctica de idolatría.
-
- Podemos decir que el culto a María a llegado a convertirse
en <<mariolatría>> entre gran parte del pueblo
católico romano, no en la teoría, pero sí
en la práctica. Veremos que echando un ojo a las religiones
paganas antiguas, nos damos cuenta de que todas ellas tenían
su diosa femenina. Los egipcios y etíopes tenían
su diosa Isis, los fenicios su diosa Astarté, los caldeos
su diosa Semíramis, los griegos su diosa Artemisa, los
romanos su diosa Juno. En el cristianismo, fe monoteísta
por excelencia, no podía concebirse la idea de ninguna
diosa, pero la elevación y glorificación que se
ha hecho de María, considerándola como <<Madre
de Dios>> dentro del catolicismo romano, ha hecho que ésta
ocupe el lugar que ocupaban en las religiones antiguas su diosa
femenina. No es que en teoría se adore a María
en la Iglesia Romana, pero en la práctica sí se
hace. Entre el pueblo católico romano, diariamente se
le reza un mayor número de oraciones que a Jesucristo;
durante el año se celebran mayor número de fiestas
en honor a María que en honor a Jesucristo; en la mayoría
de las ciudades hay más templos dedicados a María
que a Jesucristo; y en el interior de muchos templos católico
romanos hay más altares dedicados a María que a
Jesucristo.
-
- Todas estas prácticas carecen totalmente de apoyo
en las Sagradas Escrituras, como carecen de base bíblica
las incontables imágenes y estampas de María de
todos los tamaños y colores, que son fruto de la imaginación
de los artistas pero a las que las personas sencillas colocan
flores y velas, y transportan en procesiones públicas,
adornadas con riquísimos mantos bordados en oro y plata,
y con preciosas coronas, repletas de perlas, ¿será
esta la voluntad de Dios?. No, por cierto.
-
- La <<Inmaculada Concepción de María>>
-
- Uno de los más recientes dogmas romanos, el más
solemne de la historia de Roma, es el de la <<Inmaculada
Concepción de María>>. Muchos católicos
confunden esta declaración dogmática de Roma que
ahora estudiaremos, con la concepción virginal de Jesús
en el vientre de María, verdad clarísima enseñada
en la Biblia y que todo cristiano auténtico debe creer.
Roma, creyó entender que, para que Jesús naciera
sin la contaminación del pecado original, era necesario
que María fuera también sin pecado, es decir, que
naciera sin el estigma del pecado original con el que cada mortal,
excepto Jesús, nacemos, y así, dogmáticamente,
con el tiempo llegó a declararlo.
- La diferencia entre Jesús y María, es que Jesús
nació por obra directa del Espíritu Santo, y María
no. Sus padres (de ella) eran humanos. Ciertamente, dicho dogma
estuvo ausente de la Iglesia por muchos siglos; prácticamente
todo el tiempo.
-
- ¿Madre de Dios?
-
- Cuando se definió en una fecha tan tardía como
el siglo V que María es <<Madre de Dios>>,
se incurrió en uno de los peores errores teológicos
posibles. María es la madre de Jesús, la parte
humana de Cristo que se hizo carne en el vientre de María
por obra del Espíritu Santo para nacer como uno de nosotros.
La Deidad de Jesús, Aquello que en él era Dios,
existía desde la Eternidad, y por ello no podía
tener principio, y por tanto, podría tener madre. Es un
absurdo creer que la madre existiera antes que el Creador. Como
cristianos creemos que María fue la madre de Jesús,
pero no la madre de Dios, quien existe desde siempre y para siempre.
El término <<madre de Dios>> no es un término
bíblico, sino que fue introducido en la Iglesia visible
en el siglo V, en el III Concilio ecuménico de Efeso cuando
tuvo lugar la famosa discusión contra Nestorio.
-
- Mariología
-
- Con el desarrollo de la <<Mariología>>
durante la Edad Media, llegó la controversia que explicaremos
después. A todo esto, el proceso de dogmatización
de la concepción de María no fue tan fácil
y rápido en absoluto. El ocho de diciembre de 1854, con
su tiara de tres coronas sobre su cabeza, y más de 50.000
fieles a sus pies, el papa Pío IX fue preguntado: <<Padre
santo, dinos si podemos creer y enseñar que la madre de
Dios, la santa virgen fue inmaculada en su concepción>>.
El papa respondió: <<No sé, pidamos la santa
luz del Espíritu Santo>>. Ceremonialmente, la pregunta
se hizo una segunda y una tercera vez, y entonces el pontífice
respondió, como si en aquel momento hubiera recibido la
divina inspiración:
- ¡Sí! Tenemos que creer que la santa virgen,
la madre de Dios, fue inmaculada en su concepción...no
hay salvación para los que no creen este dogma>>.
Así consta en su Bula <<Innefabilis Deus>>
como dogma de la Iglesia y artículo de fe: <<Es
de Dios revelada la doctrina que sostiene que la bienaventurada
virgen María por singular gracia y privilegio de Dios
Omnipotente, en vista de los méritos de Jesucristo, Salvador
del género humano, fue preservada inmune de toda mancha
de pecado original y por lo mismo debe ser creída firme
y constantemente por todos los fieles>>.
-
- A partir de entonces, los católico-romanos deben creer
fielmente que María nació sin pecado y no cometió
pecado alguno en el transcurso de su vida, cosa que contradice
severamente las Escrituras (Salmo 14: 2, 3; 53: 2, 3; Romanos
3: 10- 12; 3: 22, 23; 5: 12). Curiosamente, poco después
de esa declaración dogmática empezaron las <<apariciones>>
de Lourdes.
-
- ¿Cómo se originó esa doctrina?
-
- Los orígenes en cuanto a como entró la doctrina
de la Inmaculada Concepción de María son más
bien oscuros. Existe una leyenda del siglo XII, relatada por
el padre Pedro de Rivadeneira en su obra <<Vida de la gloriosa
virgen María>> pág. 81. Dicha leyenda cuenta
que un ángel se apareció a un abad inglés
llamado Elpino quien se hallaba a punto de naufragar con sus
compañeros en el mar. El ángel le diría
que prometiesen a Dios guardar cada año la fiesta de la
Concepción, y de exhortar a otros que la guardasen, y
que de esta manera saldrían sanos y salvos de aquel percance.
-
- Por otro lado, la Enciclopedia de la religión Católica
en su tomo II, tiene un artículo titulado <<Concepción
inmaculada de la santísima virgen>>, y en él
se dice que cuando en el año 1140 fue establecida en Lyon
(Francia) la fiesta de la Inmaculada Concepción por un
grupo de canónigos, estos fueron duramente censurados
por san Bernardo, que no creía que tal doctrina fuera
bíblica, como no lo es. También en el siglo XIII,
este tema fue motivo de gran controversia entre dos famosas escuelas
de teología católica romana: La franciscana, representada
por Juan Duns Scott, que defendía la doctrina de la Inmaculada
Concepción de María, usando el argumento de que
<<Dios pudo, quiso y convino hacer que María fuese
sin mancha, luego la hizo sin mancha>>, es decir, la preservó
del pecado desde su nacimiento. Según J. Duns, María
estaba destinada; no tuvo más remedio que ser la madre
del Salvador, y para ello Dios la prepararía. Esto contradice
abiertamente la Escritura y el Espíritu de la misma, donde
claramente vemos que Dios nunca niega la libertad de elección
al hombre; no obstante, según Juan Duns, Dios obró
de manera contradictoria. María, después de escuchar
al ángel Gabriel, aceptó la voluntad de Dios, usando
de su libre albedrío: <<...hágase conmigo
conforme a tu palabra>> (Lucas 1: 38). En otras palabras,
¡perfectamente podía haber rehusado!. ¡La
obediencia sin libertad de elección, no es obediencia!
-
- Ya vimos que san Bernardo, el más ilustre de los teólogos
pertenecientes a esta escuela, mantenía el punto de vista
contrario. Por otro lado estaba la escuela dominicana, cuyo máximo
representante era s. Tomás de Aquino, el más renombrado
de los teólogos católico-romanos. Este también
se oponía a la doctrina en cuestión apoyándose
en la Palabra de Dios que afirma categóricamente: <<...
todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios>>
(Romanos 3: 23). La controversia siguió en los siglos
siguientes hasta que, como vimos, el 8 de diciembre de 1854,
el papa Pío IX, en su bula <<Innefabilis Deus>>,
proclamara como dogma de la Iglesia (romana) esa controversial
doctrina como una verdad que debía ser creída sin
duda alguna por todos los fieles a Roma.
-
- Más de cien papas
-
- Más de cien papas antes que Pío IX jamás
lo habían creído. Los santos padres jamás
lo creyeron (porque nada de eso habla la Biblia, sino todo lo
contrario), en los últimos diez siglos se les preguntaba
a los papas acerca de esta cuestión, y la respuesta oficial
era: <<No sabemos>>, pero ahora estaba ese hombre,
Pío IX, infaliblemente diciendo que toda la catolicidad
romana y el mundo entero debía creer que María
fue concebida sin pecado; además añadiendo esta
coletilla sin sentido: <<La Iglesia ha sabido y creído
siempre que la virgen María era inmaculada>>. Este
anuncio asombró a los católico-romanos de todo
el mundo. Este mismo papa declararía unos años
más tarde, en el 1870, que los pontífices romanos
son infalibles cuando hablan ex-cátedra.
-
- Intuitu meritorum Christi
-
- El latín de la Bula en cuestión dice <<intuitu
meritorum Christi>>, es decir, <<en previsión
de los méritos de Cristo>>, porque la Redención
del Calvario no se había efectuado todavía, pero,
en la presciencia divina, ya estaba contabilizada, según
el papa. Ahora bien, el singular privilegio de María en
la mente del pontífice no consiste en que fuese redimida
<<en previsión de los méritos de Cristo>>,
puesto que esto es común a todos los que somos santificados;
a todos los salvos, ya que lo somos por gracia, por medio de
la fe. Este siempre ha sido el plan de salvación de Dios
del cual hablaremos someramente al final del librito; aquí
de lo que se trata es de creer según Roma, que María
<<fue preservada inmune del contagio del pecado original>>.
Esto no enseña la Biblia, sino todo lo contrario.
-
- Usando mal la Biblia
-
- No obstante, Roma dice basarse en algunos textos bíblicos
para sostener ese dogma. Uno es Génesis 3: 15. Roma entiende
que la mujer de perpetuas enemistades con la serpiente, cuya
cabeza había de quebrantar en unión con su Hijo,
es proféticamente María. La traducción de
s. Jerónimo llamada la <<Vulgata>>, en cuyo
texto se apoya expresamente Roma para formular su dogma, traduce
el pronombre hebreo <<HU>>, que significa <<él>>
(masculino), por <<ella>> (femenino), como si fuese
esta <<mujer>>, María, la que habría
de quebrantar la cabeza de la serpiente.
-
- La respuesta que rebate de plano este argumento es que el
pronombre hebreo en cuestión, a saber, <<HU>>,
es, efectivamente, masculino, y admitido hoy en día por
exégetas tanto evangélicos como católico-romanos.
La traducción literal del hebreo de ese versículo
es así: <<Y enemistad pondré entre ti y entre
la mujer; tu descendencia y entre su descendencia. Él
te aplastará la cabeza, y tú le herirás
en el talón.>> (Génesis 3: 15). En el texto
y en el contexto, la mujer a la cual se refiere, no es otra que
Eva, la <<madre de todos los vivientes>>, que representa
a su descendencia caída, toda la humanidad. Evidentemente
ese <<Él>> es Cristo, el cual vencería
a Satanás en la cruz. Esa cruz es Su talón o calcañar.
Esta posición doctrinal tan diáfana, está
a su vez sostenida por diferentes padres de la Iglesia como s.
Basilio, s. Agustín, s. Juan Crisóstomo, entre
otros.
-
- ¡Saludos!
-
- El otro texto bíblico donde Roma se apoya para su
dogma mariano es Lucas 1: 28, <<Y entrando el ángel
en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El
Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres>>
(Lucas 1: 28). Veamos, <<Salve>>, en griego <<Chaire>>,
significa ¡Saludos!. No es más que un ¡Hola!
actual. <<¡Muy favorecida!>>, en griego: <<Kecharitoméne>>,
a cual participio Roma se ha agarrado para enseñar que
María estaba <<llena de gracia>> hasta los
topes, sin dejar resquicio a pecado alguno, ni original ni personal,
carece de todo fundamento, y para refutarla basta con advertir
que Efesios 1: 6 usa exactamente el mismo verbo griego, sin que
a nadie se le ocurra decir que todos los creyentes están
<<llenos de gracia>> a la manera que Roma dice de
María. Hechos 4: 33, dice:<<Y con gran poder los
apóstoles daban testimonio de la Resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos
ellos>>, es decir, favor de Dios para con todos, cumpliéndose
así las palabras de los ángeles de Lucas 2: 14,
<<...en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres>>.
-
- Muchos de los que se opusieron
-
- El saludo de parte del ángel Gabriel a María,
significaba lo mismo gracia que favor. María, por tanto,
obtenía la gracia, es decir, el favor de parte de Dios
de elegirla como a la mujer que iba a llevar en su vientre al
Redentor del mundo. Esa gracia que Dios dio a María no
tenía nada que ver con el concepto de gracia que existía
en la Edad Media entre los escolásticos y que significa
ausencia de pecado. Además, no todos los doctores y teólogos
católico-romanos están de acuerdo con esta doctrina
mariana. Hay muchos que se opusieron, baste mencionar aquí
a algunos.
-
- En cuanto a los padres de la Iglesia dice Eusebio de Cesarea:
<<Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado,
ni aun la madre del Redentor del mundo, sólo Jesús
se halló exento de la ley del pecado aun cuando haya nacido
de una mujer sujeta al pecado>>. San Ambrosio, doctor de
la Iglesia y obispo de Milán, dijo: <<Jesús
él sólo a quien los lazos del pecado no vencieron,
ninguna criatura concebida por el contacto por el hombre y la
mujer ha sido exceptuada del pecado original; sólo ha
sido exceptuado Aquel que fue concebido de una virgen sin aquél
contacto, por obra del Espíritu Santo>>. San Agustín,
doctor de la Iglesia, comentando el salmo 34 versículo
3, afirmó: <<María, hija de Adán,
murió por causa del pecado, y la carne del Señor
nacida de María murió para borrar el pecado>>.
-
- En cuanto a los doctores y teólogos católicos,
citaremos entre otros importantes al doctor de la Iglesia san
Anselmo, arzobispo de Canterbury, quien en su obra <<¿Por
qué Dios se hizo hombre?>>, dice: <<Si bien
la concepción de Cristo ha sido inmaculada, no obstante,
la misma virgen de la cual él nació ha sido concebida
en la iniquidad y nació con el pecado original>>.
San Bernardo, gran devoto de María, en su carta a los
canónigos de Lyon afirmó: <<Sólo el
Señor Jesucristo fue concebido del Espíritu Santo
porque era el único Santo antes de la concepción>>.
San Buenaventura, patrón de los teólogos franciscanos,
afirma que todos los santos que han hecho mención de este
asunto, con una sola boca han aseverado que la bendita virgen
fue concebida en pecado original.
-
- Pero la cosa no queda aquí, hasta hubo tres papas
que mantuvieron ese mismo criterio: León I(440-461), dijo:
<<Así como nuestro Señor no encontró
a nadie exento de pecado, así también vino para
el rescate de todos>>. El papa Gregorio el Grande (590-604),
comentando el pasaje de Job 14: 4, expresa que Jesucristo es
el único que no ha sido concebido de sangre impura, y
el único también que ha sido verdaderamente puro
en su carne. Inocencio III (1198-1216), dijo: <<Eva fue
formada sin la culpa y engendró en la culpa, María
fue engendrada en la culpa y engendró sin culpa>>.
-
- De nuevo la Edad Media
-
- Roma dice que en los registros de la tradición de
los llamados santos padres de la Iglesia viene toda esa doctrina
mariana, pero lo cierto es que no es así en absoluto.
¡En esos escritos, ninguno de esos primeros cristianos
escribieron nada que tuviera que ver con un culto a María
antes del año 600!. Todo lo relacionado con la <<Mariología>>
es posterior a esa fecha, realmente a partir de la oscura y supersticiosa
Baja Edad Media, y fue incrementándose con el paso de
los siglos. Pero esto a nadie debe sorprender. El mismo apóstol
Pablo lo dijo: <<Pero el Espíritu dice claramente
que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la
fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas
de demonios>> (1 Timoteo 4:1). ¿Por qué nos
ha de sorprender si ya fue escrito? Los <<postreros tiempos>>
son los tiempos de la Iglesia, y seguirán hasta que Cristo
vuelva a por ella; no una organización ni una institución,
sino a por todos los que amamos a Jesús.
-
- Resuelta la cuestión
-
- Jesús pudo nacer de María sin ningún
problema ya que no recibió su herencia genético-espiritual
de ella, sino de su Padre Celestial. Por otra parte, y contrariamente
a lo que se creía, la sangre de la madre no es la sangre
del hijo que tiene en su vientre. Son dos vidas, la de la madre
y la del feto, individuales y separadas. Por lo tanto, no era
necesario que María fuera <<sin pecado>> como
asegura actualmente Roma. El que el dogma católico romano
diga que María fue preservada del pecado original, no
tiene apoyo ninguno en la Escritura, y no sólo eso, sino
que contradice abiertamente la Escritura: <<Como está
escrito: No hay justo, ni aun uno....por cuanto todos pecaron,
y están destituidos de la gloria de Dios>> (Romanos
3:10,23) <<Por tanto, como el pecado entró en el
mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron>>
(Romanos 5:12).
-
- La Biblia declara que solamente ha habido un justo sobre
la tierra en su propia justicia: Cristo Jesús hombre,
ya que fue el único que no heredó la naturaleza
caída debida al pecado de Eva y Adán. Jesús
fue engendrado por el Espíritu Santo. La Biblia claramente
nos habla de que sólo hay un justo, el Hijo del Hombre,
Jesús, el cual se dio a sí mismo por todos nosotros:
<<Porque también Cristo padeció una sola
vez por los pecados, el justo por los justos, para llevarnos
a Dios...>> (1ª Pedro 3:18). María no podía
morir ni por ella misma, ni por nosotros, sólo el Justo
podía hacerlo, porque sólo Él nació
sin la lacra del pecado original, ya que María virgen,
concibió milagrosamente por el Espíritu Santo.
Romanos 3: 9-31; 5: 12, Hebreos 4: 15; 7: 26, dejan bien sentado
que, excepto Cristo, no hay un solo ser humano libre de pecado.
-
- Muchos católico-romanos, por creer que María
fue concebida sin pecado y que vivió sin pecado como Jesús,
creen por ello que pueden acudir a ella como mediadora, auxiliadora
y co-redentora. ¡Ahí está el error y la trampa!.
Este error está demasiado incrustado en la mente y el
corazón del fiel católico-romano. Tanto es así
que, en la llamada <<Letanía>>, o conjunto
de alabanzas a María, esta es invocada como <<Puerta
del cielo>>, <<Madre de la misericordia>>,
<<Refugio de los pecadores>>, y otros muchos títulos
entre el que se encuentra el de <<Reina del Cielo>>,
como veremos con más extensión, título pagano
condenado expresamente en la Palabra de Dios (Jeremías
7: 18; 44: 17).
-
- Si María hubiese sido concebida sin pecado, como Roma
hace creer, todos los creyentes tendríamos la libertad
de acudir a ella para lograr <<el favor>> de Dios;
aunque entonces ya no tendríamos un solo Mediador, que
es Cristo hombre (1ª Timoteo 2: 5-7), sino que tendríamos
dos mediadores, Cristo y María. Evidentemente esto es
una aberración porque es falso. Esto constituye una mentira
y una blasfemia, ya que automáticamente se eleva a una
criatura humana a la categoría divina. Veamos que dice
la Escritura: <<Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a
sí mismo en rescate por todos>> (1ª Timoteo
2: 5-6). Cristo es la única propiciación por nuestros
pecados.<<Hijitos míos, estas cosas os escribo para
que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo. <<Y él
es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente
por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.>>
(1 Juan 2: 1, 2). La Biblia dice que al único que debemos
dirigirnos es al Dios vivo, en el nombre de Jesús, único
Mediador, Sumo Pontífice, y Autor y consumador de nuestra
fe (Hebreos 12:2). Colocar por en medio más personajes,
es definitivamente una enseñanza pagana y una aberración
a los ojos de Dios.
-
- Hasta que...
-
- María concibió siendo virgen, y tuvo a Jesús
siendo virgen. Los verdaderos cristianos creemos en el nacimiento
virginal de Jesús, sin lugar a dudas. No obstante, en
el relato de Mateo encontramos lo siguiente en el versículo
25 hablando de José: <<Pero no la conoció
hasta que dio a luz a su hijo primogénito, y le puso por
nombre Jesús>>. En el griego original, leemos: <<Kai
ouk eginosken anten eos ou eteken uion...>>. La traducción
al español literal es como sigue: <<y no conoció
a ella hasta que dio a luz un hijo...>>. Claramente la
Escritura nos dice que José conoció a María,
es decir, tuvo trato marital (como debe ser, ya que tanto el
matrimonio como el sexo son obra de Dios y nada hay de que sentirse
avergonzado al respecto). Sólo observa que no tuvieron
relaciones sexuales hasta que (en griego: eos ou ) Jesús
hubo nacido.
-
- Por lo tanto, María dejó de ser virgen al poco
tiempo de haber tenido a su primogénito, Jesús
el Hijo de Dios, tal y como está en las Escrituras (Is.
7: 14). La prueba, además de lo que declara Mateo 1:25,
está en la lista de hijos y algunas hijas que tuvieron
luego María y José. La Biblia nos da la lista de
sus hermanos y de una hermana. Esta lista no es exhaustiva: Jacobo
(el ya mencionado), José, Simón, Judas (el autor
de su Epístola universal), y Salomé (Marcos 15:
40).¡Qué bueno es saber que Jesús no fue
el típico hijo único, sino que se crió con
más hermanos y hermanas aprendiendo a convivir con ellos!.
También en Marcos 3:31-32, al igual que en Mateo 12: 46-50
o en Lucas 8: 19-21, se menciona a los hermanos de Jesús.
-
- Hermanos, primos, parientes
-
- En algunas versiones católicas se pone una nota aclarando
que, aunque se hablaba de hermanos de Jesús, hay que entender
que eran primos o parientes. Sin embargo, en el griego en el
que fueron escritos los Evangelios, la palabra helena para hermanos,
tal y como está recogida en ese pasaje bíblico,
es adelfoi, que literalmente, como en el español, se traduce
por hermano carnal o hermano espiritual, nunca por <<primo>>
o por <<pariente>>. En todo el Nuevo Testamento,
no encontramos el empleo de hermanos por primos. Lucas distingue
bien entre hermano: <<adelfós>> (Lc. 8: 21;
16: 28), por primo, <<anepsiós>> y parientes:
<<synguenís>> (Lc. 1: 36).
-
- Cuando el ángel se aparece a María en la Anunciación,
le dice que su parienta Elisabet había concebido hijo
en su vejez. Usa la palabra parienta (synguenés) y no
la palabra hermana, esto podemos verlo en Lucas 1: 36. Asimismo,
cuando se dice que Marcos era el primo de Bernabé, se
usa el término primo (anepsiós), y no el de hermano.
Sin embargo, cuando se nos relata que el apóstol Andrés
conoció a Jesús, se nos dice que él fue
en busca de su hermano Simón Pedro, utilizando la palabra
hermano (adelphós), y no la palabra primo o la palabra
pariente; es decir que usa cada palabra con su significado propio
y literal. Además, no se trata de un simple pasaje en
el que los hermanos de Jesús son mencionados, y en el
que pudiera haberse usado una palabra por otra, sino que la misma
cosa se lee en varios pasajes de los Evangelios, en el libro
de los Hechos de los Apóstoles Cap.1: 14; y en las epístolas
del apóstol S. Pablo con el mismo resultado.
-
- Orígenes...
-
- También existe otra versión en cuanto a los
hermanos de Jesús; estos serían hermanastros, es
decir, hijos de José quien habría contraído
matrimonio con María siendo ya viudo y padre de todos
esos hijos. Sin aportar evidencias históricas ni pruebas
bíblicas, Orígenes elaboró esta tesis valiéndose
de dos obras apócrifas del siglo II, el <<evangelio
de Pedro>> y el <<Protoevangelio de Jacobo>>,
en los que se relata que José era de más de ochenta
años cuando se casó en segundas nupcias con María,
dándose los hijos e hijas tenidos en su primer matrimonio.
Esta es la tesis mantenida por los eruditos griegos, sostenida
principalmente por Epifanio en el siglo IV.
-
- Jerónimo...
-
- Otra interpretación, mantenida por la Iglesia romana
es la que procede de los tiempos de s. Jerónimo quien
refutando a Elvidio a finales del siglo IV, sostenía que
los hermanos de Jesús eran hijos de una hermana de María,
lo que significaría que eran primos de Jesús.
-
- José y María...
-
- La tercera interpretación, que es la más natural
y la que se desprende del contexto de los 15 pasajes bíblicos
en los que se habla de los hermanos de Jesús, es la mantenida
por la inmensa mayoría de los cristianos, es decir, que
eran hijos reales de José y María. La Biblia nos
habla de que María tuvo a Jesús por medio del Espíritu
Santo, y dice que fue el primogénito, (Mt. 1: 25) implicando
que María tuvo otros hijos, de lo contrario se hubiera
usado la palabra unigénito como se usa para describir
a Jesús como Único Hijo de Dios. Sabemos que José
vivió con María por lo menos doce años,
pues cuando Jesús tenía esa edad, y subió
al templo, José estaba con María tal y como leemos
en Lc. 2: 41-52.
-
- ¿Por qué tanto énfasis en alguna
perpetua virginidad?
-
- La cosa es clara en la Escritura, el interés por cambiar
el sentido natural de lo expresado en el griego original de los
Evangelios, es decir, el llamar primos a los hermanos, obedece
simplemente al hecho de mantener la doctrina de la virginidad
perpetua de María. Esta doctrina tuvo su origen a mediados
del siglo II de nuestra era como consecuencia de las erróneas
doctrinas ascéticas que prevalecían en aquella
época y que consideraban la virginidad como de mayor santidad
que el estado matrimonial. La doctrina fue declarada artículo
de fe en el siglo VI, en el V Concilio ecuménico de Constantinopla.
Dos siglos después, en un concilio celebrado en Roma,
el papa Martín I (649-653), declaró que María
fue siempre virgen, y permaneció virgen ¡aun después
del parto!.
-
- No hay que olvidar que la perpetua virginidad nunca alcanzó
en Israel la importancia que consiguió posteriormente
entre los así llamados cristianos.
-
- Para los judíos, la maternidad era considerada como
el honor más grande de toda mujer. El deseo mayor de toda
joven hebrea era casarse y llegar a ser madre de muchos hijos,
considerándose la esterilidad como una verdadera desgracia;
esto lo encontramos a lo largo de todas las Escrituras. Esa perpetua
virginidad de la que venimos hablando no constituye ninguna virtud
ante los ojos de Dios, por mucho que muchos hayan intentado esforzarse
en declarar lo contrario.
-
- ¿No es el matrimonio una institución de
Dios?
-
- ¿No es el matrimonio una institución de Dios?...Ahora,
prejuicios religiosos aparte, ¡pensemos un poco!. Imaginemos
a José, un hombre, casado con María, su mujer,
y toda una vida sin siquiera poder tocarla. Imaginemos a María,
casada con José, y ambos durmiendo en camas separadas
hasta la muerte. ¿Es esto lógico? No, no lo es.
Eso sería de lo más antinatural y enfermizo. ¿Cómo
a María no iba a darle Dios la bendición de tener
más hijos, siendo los hijos la máxima bendición
en lo natural que una mujer casada anhelaba sobretodo en los
tiempos bíblicos, como venimos diciendo?. Lo niegue Roma
o no, la verdad es que María, después de tener
virginalmente a Jesús, tuvo más hijos e hijas.
El padre de ellos fue José, con el que estaba casada,
y al cual amaba.
-
- ¿La Asunción de María?
-
-
- El dogma de la Asunción de María es el último
dogma proclamado por la Iglesia de Roma al respecto, y lo fue
en una fecha tan reciente como la del año 1950, siendo
una consecuencia lógica de aceptar la doctrina de la Inmaculada
Concepción. La Escritura dice que la paga del pecado es
la muerte (Ro. 6: 23). Con que María, según Roma,
era sin pecado, no podría morir. En ese momento, el Vaticano
debía tomar una decisión. Si ella no podía
morir, debía ser tomada en cuerpo y alma al cielo, como
lo fue Jesús.
-
- Desde hace poquísimos años, cada católico-romano
está obligado a creer que esto fue así, que María
fue ascendida por los ángeles en cuerpo y alma al cielo.
Evidentemente, ninguna mención hay de eso en la Biblia,
sencillamente porque no la puede haber. Aquí, nos encontramos
con la contradicción entre lo que declara la Sagrada Escritura
y el dogma romano. Además de lo que la Biblia nos dice
en cuanto a que <<no hay justo ni aún uno>>,
que ya vimos en su momento, la Palabra de Dios nos dice en 1
Corintios 15: 50, <... la carne y la sangre no pueden heredar
el reino de Dios...>>.¡Dios no se contradice!
-
- De tradiciones se trata
-
- ¿Según esa doctrina, María no murió
sino que se quedó dormida?. Existen dos tradiciones distintas
según el diccionario de teología católico
romana sobre este particular. Una tradición apoya la inmortalidad
de María, es decir, que no pasaría por el trance
de la muerte, sino que simplemente se quedaría dormida.
La otra tradición indica que María murió
tranquilamente sin sentir el sufrimiento y el temor que normalmente
padecen las personas al morir (los pecadores), puesto que ello
es consecuencia del pecado, y esto no afectó a María;
y que lo mismo que su hijo Jesús, resucitó al tercer
día. Hay diversas variantes de esta tradición,
una de las cuales dice que resucitó en el día quince,
y otra que lo hizo en el día cuarenta después de
su muerte.
-
- Fantasía religiosa medieval
-
- Muchos de estos detalles son fantásticos, novelescos
y del todo inverosímiles, que no se compaginan en absoluto
con los relatos de los Evangelios canónicos. Según
estas tradiciones, la madre de nuestro Salvador siendo ya una
anciana y cansada de vivir en este mundo, le suplicaría
a su hijo en el cielo que se la llevara cuando antes a estar
con él. Jesús entonces le enviaría un ángel
para que le anunciase su muerte, noticia que ella recibiría
con inmenso júbilo, mandando aparejar muchas velas (costumbre
esa proveniente del paganismo) y aderezar el aposento. Para estar
presentes en el momento de la muerte de María, todos los
apóstoles con excepción de Tomás se darían
cita en Belén donde ella viviría ¿?. Juan
se trasladaría desde Efeso cabalgando en una nube, y del
mismo modo viajarían los demás apóstoles
desde los distintos países del mundo en que se encontraban
predicando. Llegado el momento de su muerte, María se
recostaría en su cama mientras que los apóstoles,
de rodillas, y envueltos en lágrimas, la besarían
y la despedirían. Ella los bendeciría y consolaría
diciéndoles, <<quedaos con Dios hijos míos,
muy amados; no lloréis porque os dejo, sino alegraos porque
voy a mi querido hijo>>.
-
- Ángeles del cielo comenzarían a llegar, y después
Jesucristo mismo, descendiendo en otra nube, aparecería
ante su madre, y en medio de una luz deslumbradora, de dulces
armonías celestiales, llevaría el alma de María
al cielo. Su cadáver no se corrompería sino que
derramaría delicadísimos perfumes. Después
los apóstoles le darían honrosa sepultura en el
valle de Josafat. De que como se enterarían los apóstoles
de su resurrección, la tradición dice que al tercer
día de estar sepultada, llegó Tomás en una
nube, y al descender en el monte de los Olivos observaría
como en aquel mismo instante María era transportada a
los cielos en cuerpo y alma, llevada por su hijo Jesús,
y un coro de seres angelicales. Luego Tomás buscaría
a los otros apóstoles y les relataría lo acontecido,
pero ellos se mostrarían incrédulos afirmando que
ellos mismos la habían sepultado. Ante la insistencia
de Tomás, irían con él al sepulcro convenciéndose
por sí mismos de que estaba vacío, lo cual les
haría aceptar la creencia de que María había
resucitado y había sido elevada al cielo en cuerpo y alma.
-
- Evidentemente, todo este relato no es sino una leyenda de
la más pura fantasía medieval. Las Sagradas Escrituras
no dicen nada al respecto, ni por asomo, ¿cómo,
entonces, se originó todo esto?. Los orígenes de
estas leyendas son muy oscuros. Las primeras referencias parecen
hallarse en unos libros apócrifos titulados <<La
dormición de María>> y <<El tránsito
de María>>, escritos ambos a finales del siglo IV;
expresamente condenados como heréticos por el papa romano
Gelasio I a principios del siglos VI. Sin embargo, a finales
de ese siglo (s.VI), la festividad empezaba a tener arraigo entre
los católicos de Oriente de aquel tiempo, decidiendo entonces
el emperador Mauricio que se celebrase el 15 de agosto. También
el papa Gregorio el Grande ordenó que se celebrase en
esa misma fecha en el Occidente. San Juan Damasceno afirma que
en el siglo VIII que la festividad de la Asunción es ampliamente
observada entre los católico romanos. Durante la Edad
Media apareció un libro escrito en latín, titulado
<<Evangelio del nacimiento de María>>, en
el que se recogen muchas de estas historias con respecto a María,
tales como su nacimiento milagroso de unos padres ya ancianos
llamados Joaquín y Ana; su vida en el Templo desde la
edad de tres años hasta los doce; su boda con José
cuando este contaba con ¡más de ochenta años!;
y algunas de las anécdotas de su muerte y de su resurrección,
tales como las que hemos mencionado, y que parecen provenir de
libros apócrifos como el <<Protoevangelio de Santiago>>,
que no tiene nada que ver con la Epístola de Santiago.
-
- Sin embargo, el papa Benedicto XIV declaraba en 1840 que
esta clase de tradiciones no encerraban el peso suficiente como
para declararlas artículo de fe. No obstante, al final,
fue declarado el dogma, y por tanto, los verdaderos católico-romanos
deben creerlo, tal dogma de la Asunción de María
basado en todas esas tradiciones sin fundamento en la verdad.
El papa Pío XII, el 1 de noviembre de 1950, en una constitución
apostólica, proclamó como artículo de fe
y dogma oficial de la Iglesia de Roma, la doctrina de la Asunción
de María a los cielos, con las siguientes palabras: <<Nos
pronunciamos, declaramos, y definimos que es un dogma revelado
por Dios el que la Inmaculada madre de Dios, la siempre virgen
María, fue llevada a los cielos en cuerpo y alma cuando
terminó el curso de su vida en la tierra>>. Como
se puede ver, en esta declaración no se especifica si
María murió o no, ni se narran los hechos que la
tradición atribuye a Tomás y a los demás
apóstoles viajando en nubes, etc. pero en ellas está
basado, como venimos diciendo.
-
- Hay que apuntar que el mismo papa Pío XII, cuatro
años antes de su dogmática declaración,
había escrito una carta a los obispos católicos
del mundo entero consultándoles sobre la conveniencia
o no de declarar dicha doctrina como dogma, siendo la respuesta
del episcopado favorable. Vemos aquí que ese dogma no
fue declarado por Dios, tal y como reza la declaración
dogmática arriba leída, sino que fue una simple
decisión humana.
-
- ¿Debemos dirigirnos a María?
-
- La Iglesia de Roma enseña a los niños que en
el cielo tienen un padre y una madre; su padre es Jesús
y su madre es María. Esto es contrario a lo que la Biblia
enseña. Esto viene a cuento, porque Roma manifiesta que
un padre es más severo y duro que una madre, entonces,
es mejor acercarse primero a María, que por ser madre,
es más caritativa y misericordiosa que Jesús. Todo
esto no es más que un argumento sentimentalista sin fundamento
en la Palabra de Dios, es lo que ha venido a llamarse <<a
Jesús por María>>. Este argumento mariano
aparta a la gente de la verdad. Dale a un niño la verdad
y los principios de Dios y llegará a ser un adulto recto
y temeroso de Dios. Dale a un niño la barbaridad de <<a
Jesús por María>>, y ese niño difícilmente
podrá sacudirse esa mentira de su corazón cuando
sea adulto.
-
- ¿A Jesús por María?
-
- Jesús nos dice en Su Palabra:<<Venid a Mí
todos los que estáis trabajados y cansados que Yo os haré
descansar>> (Mateo 11: 28). Cristo nos dice que sólo
a través de Él y en Su nombre podemos alcanzar
los favores de Dios. Cristo añade: <<Yo soy el Camino,
la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por Mí>>
(Juan 14: 6). También dice: <<Todo lo que pidiereis
al Padre en Mi nombre se os dará>> (Juan 14: 13,
14).
-
- ¿Quién vino al mundo a salvar a los pecadores,
Jesús o María?: Jesús. ¿Quién
es el mejor amigo del pecador?: Jesús. Cuando María
y Jesús estuvieron en la tierra, ¿invitó
Jesús a los pecadores a ir a Él o a María
para alcanzar salvación?: A Él. ¿Habla la
Biblia de algún pecador que haya temido ir a Jesús
y que le haya pedido a María que se acercara a Jesús
a interceder por él?: No. Al ladrón en la cruz,
¿le convenía más hablar con Jesús
o con María que estaba a sus pies?: Con Jesús,
claro. Si Jesús amó a los pecadores hasta el punto
de morir por ellos, ahora que Jesús está en el
cielo, ¿habrá perdido algo de aquel amor divino
y misericordia superior que tenía por los pecadores por
los cuales dio su propia vida?: ¡¡No!!. Entonces,
si Jesús es nuestro mejor amigo, ¿por qué
muchos católico-romanos prefieren ir antes a esa supuesta
María?: Porque ya desde pequeños les inculcaron
la absurda falsedad de <<a Jesús por María>>.
-
- Rezar u orar a María, es un absurdo y aun un pecado,
al igual que hacerlo a los santos, ya que la Biblia prohibe que
nos dirijamos a los muertos, por muy obedientes a Dios que hayan
sido (Deuteronomio18:11). Al único que debemos dirigirnos
es al Padre en el nombre de Jesús. Nunca podremos esperar
ninguna gracia de María ya que el único que da
la gracia y que reparte las bendiciones es el Autor de las mismas:
el Dios de Israel: <<La bendición de Yahvéh
es la que enriquece, y no añade tristeza con ella>>
- (Proverbios 10:22).<<Toda buena dádiva y todo
don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en
el cual no hay mudanza, ni sombra de variación>>
(Santiago 1:17). Esperar recibir algo de otros seres celestiales
es pagano e impío, y es donde el diablo tiene oportunidades
de engañar a muchos que se dicen creyentes. En ningún
lugar de la Biblia se nos habla de María como <<corredentora,
mediadora, intercesora, auxiliadora>>. Todo ese culto a
María es sencillamente una fantasía religiosa,
sin ningún fundamento en la verdad revelada por Dios.
Más adelante veremos de dónde procede. Muchos se
sorprenderán al saber de dónde viene ese culto
a María, ¡siga leyendo!
-
- ¿Querrá María que se la venere?
-
- ¿Querrá María, la que se consideraba
a sí misma <<con bajeza>> y necesitada de
la salvación de Dios, que los creyentes la adoren, o siquiera,
veneren? ¡No! ¿Querrá María que se
le prive de alguna adoración y veneración a Dios
para recibirla ella, por mínima que sea, contradiciendo
el mandamiento bíblico de sólo adorar y venerar
a Dios? ¡No!. Es un abuso exigir a los católico-romanos
que le den a María el culto de <<hiperdulía>>
que es un tipo de adoración algo menor que a Dios. En
ningún lugar en la Biblia viene esa pretendida <<hiperdulía>>,
la cual, inexorablemente, se traduce de hecho en una adoración
real, tal y como como explicaba D. José Borrás.
El único que merece toda la adoración y alabanza
es el Dios de Israel, y nunca la compartirá con nadie:
<<Yo Yahvéh; este es mi nombre (Padre, Hijo y Espíritu
Santo), y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas>>
(Isaías 42:8).
-
- La verdadera regla de fe y conducta
-
- Los cristianos, sólo aceptamos la Sagrada Escritura
como la única norma de fe y conducta, porque sólo
ella es la Palabra de Dios. Por lo tanto, rechazamos como verídica,
cualquier revelación que contradiga la Palabra de Dios.
No creemos estas historias y leyendas que hemos leído,
así como otras, basadas en libros apócrifos que
no pertenecen al canon del Nuevo Testamento, ni tampoco fueron
creídas por los padres y doctores de la Iglesia, ni por
los teólogos más prestigiosos. Si la pretendida
Asunción de María hubiera sido un hecho real, resultaría
ilógico el que hubiera sido silenciado en la Palabra de
Dios. Pero lo cierto es que ni en los cuatro Evangelios, ni en
las Epístolas apostólicas, ni en el libro de los
Hechos de los apóstoles, ni en los mismos escritos del
apóstol San Juan, quien estuvo al cargo de María
por encargo de Jesús cuando estaba clavado en la cruz
del Calvario, se menciona nada sobre el particular.
-
- Está demostrado que cuando se enfatiza en la <<Virgen>>,
Jesucristo queda a un lado, se le ve como el <<niñito>>,
pero cuando se enfatiza al Hijo de Dios, María queda en
su lugar, sin exageraciones.
-
- Por todo ello, los cristianos no rendimos a María
ningún culto, así como tampoco se lo rendimos a
Moisés, a Abraham, o al apóstol San Pablo, ni a
ningún otro personaje humano, por muy devoto y santo que
haya sido, ya que el mismo Jesús fue quien dijo: <<Al
Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo
servirás>> (Mateo 4: 10). No obstante, de idéntica
manera que reconocemos la fe de Abraham, el celo de Elías,
la obediencia de David, el arrepentimiento de Pedro y el celo
de Pablo, por sólo citar unos ejemplos de siervos del
Señor, estimulando a las gentes a que imiten su piedad,
así también amamos y respetamos a María,
a la que reconocemos una obediente mujer, a la que Dios escogió
para llevar en su vientre al Salvador del mundo, y por ello,
es bienaventurada, y bendita entre las mujeres (Lc. 1:28).
-
- Sin embargo, la cosa fue a más. Además de la
veneración hasta el paroxismo de las reliquias de los
santos distintos (la práctica llegó a ser, y es,
verdadera necromancia), se fue dispersando por todo el Imperio
romano el culto a la madre y al niño. ¿No suena
esto cristiano?, pero, ¿es cristiano? No lo es. El diablo
siempre intenta adelantarse a los planes de Dios, para torcerlos.
En la antigua Babilonia adoraban a la <<diosa-madre>>
y al <<dios-niño>>. Todo esto es bien sabido
por todos los estudiosos, los nombres de la diosa eran diferentes
según el lugar y la época ya que este culto originario
de Babilonia se extendió por toda la tierra después
del episodio de Babel, narrado en el libro del Génesis
capítulo 11. Este es el espíritu demoníaco
de la <<Reina del Cielo>>. Es triste decirlo, pero
la Iglesia romana pronto utilizó este culto pagano y lo
<<revistió>>de cristianismo, también,
para atraer a las multitudes paganas del Imperio.
- María sería la madre, y el niño sería
Jesús. Aquí no voy a pretender culpar a nadie,
solamente expongo los hechos. La <<Reina del Cielo>>
tuvo éxito con su falsa María. ¡Todo un gran
disfraz!.
-
- <<Theotokos>>
-
- Se encienden velas en honor a la <<Virgen>> en
el año 538, y antes, en el año 431, en el III Concilio
ecuménico, la Iglesia romana definió a María
nada menos como <Theotokos>>, es decir, <<Madre
de Dios>>, curiosamente en la ciudad de la diosa Diana,
en Efeso, donde operaba el espíritu de la <<Reina
del Cielo>> entre los paganos. Curiosamente, como vimos,
el mismo título que se le daba a la Diana de los Efesios
o a la Astoret de los fenicios, le dan los católico-romanos
a la <<Virgen>>: La Reina del Cielo. No obstante,
en el Cielo no hay una Reina sino un Rey. La Biblia dice que
el único Rey de los Cielos, es el Rey de reyes y Señor
de Señores: Jesucristo, nuestro Señor.
-
- Apariciones <<marianas>>
-
- Dichas apariciones no son de María, evidentemente.
La verdadera María nunca osaría tomar, ni aún
en lo más mínimo, alguna gloria del Padre o del
Hijo, ni ningún protagonismo; ella es una más en
el Cielo donde están todos los salvos por los méritos
de Cristo. El mensaje central de esas supuestas apariciones,
es que ella es la mediadora y co-redentora, y aún más.
Tomemos el ejemplo de Fátima. Aquellos niños que
en esa ciudad de Portugal recibieron a partir del 13 de mayo
de 1917 visiones de la supuesta María, la <<Reina
del Cielo>> les dio una serie de mensajes secretos, los
cuales tenían un denominador común: La <<Virgen>>
demandaba que el mundo, y especialmente, Rusia, debía
consagrarse a María. No existe ni un solo pasaje en la
Biblia, como ya vimos, que confirme tal demanda, al contrario,
se nos demanda que adoremos y sirvamos únicamente a Dios
(Isaías 42: 8).
-
- En algunos casos, ha habido apariciones que nunca ocurrieron.
En otros casos, sí, pero no son de la verdadera María,
aunque lo pareciera. Esas apariciones que no proceden de Dios,
bien pudieran ir acompañadas de ciertas señales
y prodigios engañosos. Esas apariciones de origen sobrenatural
son en realidad manifestaciones demoníacas para embaucar
a aquellos que se someten a su mensaje. Dice la Biblia: <<...El
mismo Satanás se disfraza como ángel de luz>>
( 2ª Corintios 11:14). Conozco personalmente el caso de
un predicador, Yiye Ávila, al cual una vez, estando él
en la cama se le apareció visiblemente un ser que decía
ser la virgen María. Todo su semblante era como el típico
de las representaciones marianas, lleno de luz y hermoso en apariencia.
Yiye, pensó para sí <<veremos si esta aparición
es de Dios>>; así que sin más le dijo en
alta voz: <<Te reprendo en el Nombre de Jesús de
Nazaret>> ¿Saben lo que ocurrió? ¡Desapareció
de inmediato! Si hubiera sido la María de las Escrituras,
no habría huido. Era un demonio que se hacía pasar
por María para tratar de engañar a un hombre. Gracias
a Dios, ese hombre conocía bien la Biblia y al Autor de
la misma.Gran lección a aprender:
-
- ¡No todo lo sobrenatural procede de Dios!
-
- Poder y engaño demoníaco
-
- El poder de ese espíritu demoníaco, al cual
la verdadera Iglesia de Jesucristo está llamada a reprender
y repeler, aún está actuando. Muchos se han sorprendido
al saber que el 25 de agosto de 1997, la revista Newsweek informara
que en los últimos cuatro años el papa ha recibido
4.340.429 peticiones firmadas animándole a que declarara
dogmáticamente que María es la <<co-redentora>>
juntamente con Cristo. Cuando el papa visitó Cuba en 1998,
coronó la imagen de la <<virgen de la Merced>>,
declarándola la Reina de Cuba. Esta imagen idolátrica
es exactamente la misma que usan los devotos del culto satánico
conocido como Santería.
-
- La verdadera María, a la cual llamarían bienaventurada
todas las generaciones (Lucas1:48b) porque sería la madre
del Salvador de la humanidad, llora en los cielos al contemplar
toda la idolatría, superstición y paganismo que
se ha volcado alrededor de su persona. Sólo en España,
en el país que hay más, existen cientos de <<vírgenes>>
con diferentes nombres que se hacen muchas veces la competencia
entre ellas. Eso era lo propio en el paganismo antiguo, cuando
los paganos hacían procesiones de sus diosas intentando
demostrar a los otros paganos que sus diosas eran mejores ¿Qué
diferencia hay entre las procesiones paganas que hacían
los antiguos llevando a cuestas sus diosas con una devoción
y veneración auténticas, y las procesiones de los
cientos de <<vírgenes>> que hay en España?.
Ninguna.
-
- El fervor y la devoción no son en sí mismos
garantía de santidad y de verdadera fe.
-
- Cuando veo las procesiones de Semana Santa en Sevilla, sin
remedio me viene a la mente el testimonio de cómo eran
las procesiones paganas en la antigüedad. Escribe D. José
de Segovia: <<Las procesiones de Cibeles eran exóticas,
acompañadas de música oriental, mostrando el rico
atuendo de los sacerdotes y el entusiamo de los fieles>>.
Sigue diciendo D. José: <<El culto a Cibeles, junto
al de Isis, protegido oficialmente por el emperador Calígula
(37-41), son los más extendidos por la Península
Ibérica. Esta es una época de gran sincretismo,
la de los siglos II y III, que con el triunfo del cristianismo,
van a ser camuflados en fiestas y rituales que llegan hasta nuestros
días, tal y como ha demostrado el prestigioso antropólogo
vasco Julio Caro Baroja>>.
-
- Cronología mariana
-
- Aquí van algunas fechas históricas que tienen
que ver con el culto mariano romano:
-
- El <<ora pro nobis>> no aparece hasta la fecha
del año 600.
- La procesión del <<Santo Sacramento>>
y el <<Ave María>>, en el año 1011.
- La <<Salve Regina>> aparece en el 1237.
- La invención del <<escapulario>> es debida
al carmelita Stock en el año 1251.
- El <<rosario>> en el año 1470.
- La fiesta de la <<concepción>> en el 1475.
- El dogma de la Inmaculada Concepción por el papa Pío
IX en 1854.
- El dogma de la <<Asunción de la Virgen>>
en el año 1950.
-
- Como puede apreciarse en esta lista, contemplando el amplio
espectro temporal, partiendo de la baja Edad Media, el engaño
y la oscuridad espiritual fue en aumento progresivo hasta nuestros
días. Roma ha venido a hacer de María poco menos
que una diosa. Esa es la triste realidad.
-
- A quien ame la verdad
-