- ¿QUÉ ES EL INFIERNO?
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- 1.- ¿ Que es el infierno ? es lo mismo que Seol, Abadon,
hena, Hades?
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- Infierno es una palabra castellana. A veces ha significado
el reino de los muertos que es lo mismo que el Sheol en hebreo
y Hades en griego. Sin embargo en la traducción RV "infierno"
no se refiere al reino de los muertos, sino al lago de fuego
que está simbolizado por el valle de Hinom (Gehena), que
estaba fuera de las murallas de Yerushalayim, donde había
un vertedero de escombros, donde el fuego no se apagaba ni el
gusano se moría. Yeshúa usa esta figura para hablar
del destino final del Satán y sus ángeles y de
todos sus seguidores entre los hombres, comp. 2 Cron. 28:3; 33:6;
Jer. 7:31-32; Mat.5:22, 29-30; 10:28; 18:9; 23:15, 33; 25:41;
Mark 9:43-48; Luc. 12:5; Yaakov (Sant.) 3:6.
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- El Abadón es el abismo.
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- ¿ Quienes están ahí ?
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- Ahora no hay nadie en el lago de fuego. El primero en llegar
allí es el falso Mesías y luego el falso profeta,
Rev. 19:20. Después el Satán será echado
allí, Rev. 20:10, luego la Muerte (que es un personaje)
y el Hades (Shelol, el reino de los muertos) serán echados
al "basurero", Rev. 20:14. Finalmente serán
echados allí todos los que no se encuentren inscritos
en el libro de la vida, Rev. 20:15.
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- ¿ El abismo esta en la tierra o en el espacio ? los
demonios que estaban en el gadareno no quisieron ir ahí
.
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- Dentro de la tierra.
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- ¿ Yeshua les predico a los espíritus encarcelados
, donde están encarcelados?
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- Dentro de la tierra.
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- ¿ Los demonios provienen de los ángeles caídos?
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- Sí, son ángeles caídos.
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- 2.- Que pasa con la gente que muere actualmente y nunca escuchó
del mensaje de Salvación o con las bebes abortados ?
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- ¿ donde van ?
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- Si son salvos su alma va al paraíso y su cuerpo a
la tumba. Esto pasa con los bebés abortados que nunca
pecaron y son parte de la redención del Mesías.
- Si no son salvos su cuerpo va a la tumba y su alma al reino
de los muerto, el Sheol, el Hades esperando la resurrección
de sus cuerpos para el día del juicio.
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- ¿ tiene otra oportunidad?
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- No.
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- 3.- Existen cárceles para almas cautivas? no hablo
de infierno ni paraíso, sino prisiones .
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- ¿De dónde has sacado esta pregunta?
- He oído de espíritus cautivos, pero no de almas
cautivas.
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- Respuestas a las anteriores preguntas
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- Infierno.
- La Biblia expresa este concepto de diversos modos e involucra
los siguientes términos :
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- I. Abadón
- (heb. 'Abaddôn y 'Abaddôh, "destrucción",
"ruina", "perdición" [de aquí,
"el destructor"]; gr. Abaddon). Palabra que, en algunos
pasajes, aparece en paralelismo con Seol (Job 26:6; 28:22; Sal.
88: 11) y describe un lugar de perdición (Pr. 15:11) o
el reino de los muertos (27:20); en sentido genérico se
refiere a la ruina total (Job 31:12). En el NT ocurre como nombre
simbólico del rey - el "ángel del abismo"-
de un ejército de langostas (Ap. 9:11). Véanse
Apolión; Seol (bajo este mismo artículo).
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- A. Apolión
- (gr. ApollúÇn, "destructor", "el
que extermina" [del verbo apóllumi, "destruir"];
equivalente al heb. 'Abaddôn, Abadón).
- Nombre dado al "ángel del abismo",* quien
era "rey" de las "langostas" en la profecía
simbólica de Ap. 9:10-11.
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- II. Abismo
- (heb. tehôm, "profundo/a"; gr. ábussos,
"abismo", "profundidad", "mundo inferior";
y báthos o buthós, "profundo/a").
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- A. En el AT se refiere:
- 1. Al océano primordial (Gn. 1:2; Job 8:24, 27, 28;
Sal. 104:5, 6). 2. A las aguas subterráneas (Gn. 7:11).
3. A las profundidades del mar (Ex. 15:8; Sal. 106:9; Is. 63:12,
13; Job 28:14). 4. A las profundidades de la tierra (Sal. 95:4).
5. Al lugar de los muertos (Sal. 69:15; 71:20; Ez. 26:19, 20;
cf Job 38:16, 17).
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- B. En el NT:
- Abussos es, literalmente, la profundidad del mar; también
parece designar algún lugar solitario, alejado del cielo
y de los hombres. Figuradamente es la morada de los demonios
y/o un lugar de tormento (Lc. 8:31; cf Mt. 8:29; Mr. 5:7), y
también la morada de los muertos (Ro. 10:7; cf Sal. 71:20).
En Ap. 9:1, 2, 11 se refiere el lugar de donde salen langostas
destructoras, símbolos de agentes destructores; en los
cps 11:7 y 17:8 describe el lugar donde será encerrada
la "bestia"; y en el cp 20:3 es la morada de Satanás
durante los 1.000 años (el antecedente de este versículo
podría ser Gn. 1:2, donde la LXX dice ábussos para
el heb. tehôm; cf Job 41:32-34). Báthos se usa literalmente
para las profundidades del mar (Lc. 5:4). Buthós sólo
se usa para las profundidades oceánicas (2 Co. 11:25).
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- III. Eterno (gr. aionios).
- En Mt. 25:41 se presenta a los impíos como reservados
para el "fuego eterno [aionios]", que se equipara con
castigo eterno [aionios]" (v 46). El fuego que purificará
la tierra (2 P. 3:10-12; cf Mt. 3:12; Lc. 3:17) se encenderá
al final del milenio* y aniquilará tanto el alma* como
el cuerpo de los impenitentes (Mt. 10:28; Ap. 20:9). Un estudio
del uso del gr. aionios y de su significado con respecto al fuego
final, pone de manifiesto que el énfasis recae en su carácter
destructivo más que en su duración. Por ejemplo,
Sodoma y Gomorra recibieron el castigo del fuego eterno (aionios;
Jud. 7). Ese fuego destruyó por completo dichas ciudades,
pero se extinguió hace muchísimos siglos. Judas
presentó la destrucción de esas ciudades como un
"ejemplo" del destino que aguardaba a los licenciosos
apóstatas de sus días. La palabra "inextinguible"
y la expresión "que no se puede apagar" se pueden
entender de una manera similar. Jeremías predijo que Dios
encendería un fuego en las puertas de Jerusalén
que "no se apagará" (Jer. 17:27). Esta predicción
se cumplió cuando Nabucodonosor destruyó la ciudad
(cf 52:12, 13; cf Neh. 1:3). Ciertamente ese fuego no está
ardiendo hoy. Es evidente que no se apagaría hasta lograr
que todo quedará consumido.
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- Aunque este fuego aionios se refiere a un fuego que efectivamente
sería destructivo, la expresión indica también
que no duraría eternamente. Esto concuerda con la idea
de que el infierno será un lugar de castigo, y que habrá
grados de castigos (Mt. 25:41, 46; 2 P. 2:9). Cristo vendrá
"para recompensar a cada uno según sea su obra"
(Ap. 22:12). El siervo que "conociendo la voluntad de su
Señor, no se preparó... recibirá muchos
azotes", mientras que el que no la conocía, e hizo
cosas dignas de azotes, "será azotado poco"
(Lc. 12:47, 48). Este castigo es mucho más severo que
la pena de muerte que se aplicaba antiguamente durante la vigencia
de la dispensación hebrea (He. 10:28, 29, 31). De modo
que aunque el fuego del infierno con el tiempo aniquilará
al malvado (Mt. 10:28), es obvio, que esa destrucción
no se producirá instantáneamente.
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- IV. Gehenna (gr. guéenna).
- Término que denota un lugar de castigo. Aparece 12
veces en el NT. Guéenna es la forma helenizada de Gê
Hinnôm, "Valle de Hinom", un desfiladero cercano
a Jerusalén que aparece a menudo en el AT (Jos. 15:8;
2 R. 23:10; 2 Cr. 33:6; Jer. 7:31 ). Allí se llevaba a
cabo el bárbaro rito de quemar vivos a los niños
en honor de Moloc (2 Cr. 28:3; 33:1, 6), abominación que
abolió el rey Josías mediante la profanación
de los lugares elevados donde se había practicado esta
forma de culto. Jeremías predijo que por causa de este
pecado el Señor convertiría el valle de los hijos
de Hinom* en un "valle de matanza", donde los cadáveres
de los israelitas arderían hasta que no hubiera lugar
para uno solo más, y el resto serviría de alimento
para las aves de los cielos (Jer. 7:32, 33). Sin duda, esto contribuyó
a que se considerara ese valle como lugar de juicio para los
impíos. La tradición rabínica posterior
insiste en que el valle de Hinom era un lugar ubicado fuera de
la ciudad para quemar cadáveres y basura.
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- La palabra guéenna aparece 3 veces en el Sermón
del Monte (Mt. 5:22, 29, 30). La RVR y la DHH traducen la expresión
por "infierno de fuego" o sencillamente por "infierno".
La BJ translitera el vocablo y dice "gehenna" o "gehenna
de fuego". En el cp 10:28 Jesús menciona al que es
capaz de "destruir el alma y el cuerpo en el infierno",
y en el cp 18:9 habla del "infierno de fuego". Amonestó
a los fariseos acerca "de la condenación del infierno"
(cp 23:33). Afirmó que era mejor ser lisiado, pero lograr
la vida eterna, y no serlo y, en cambio, ser arrojado al fuego
del infierno (Mr. 9:43, 45, 47). Su referencia al infierno en
Lc. 12:5 aclara que ésta será una experiencia que
se producirá más allá de la muerte.* En
Mt. 23:15 la expresión "hijo del infierno",
literalmente "hijo de la gehenna", se refiere a los
conversos al judaísmo, quienes eran más fanáticos
que los fariseos que los habían convertido. Estas referencias
al castigo final que recibirán los pecadores mediante
el fuego del infierno, tienen su correspondiente aclaración
en textos como Mt. 3:12, donde se compara a los pecadores con
paja que arde en un incendio que nadie puede apagar (cf Mr. 9:43-48;
Lc. 3:9).
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- V. Hades (gr. hád's).
- Este equivalente griego de she'ôl aparece 10 veces
en el NT y generalmente la RVR lo translitera por "Hades".
Lo ejemplifican los siguientes pasajes: Capernaum sería
abatida "hasta el Hades" (Mt. 11:23; Lc. 10:15); "Las
puertas del Hades" no prevalecerían contra la iglesia
(Mt. 16:18); el alma del Mesías no quedaría "en
el Hades" (Hch. 2:27, 31); Jesús tiene "las
llaves de la muerte y el Hades" (Ap. 1:1 S); el "Hades"
sigue al caballo amarillo (6:8); "La muerte y el Hades"
entregan sus muertos (20:13); "Y la muerte y el Hades fueron
lanzados al lago de fuego" (v 14). Los pasajes del Apocalipsis
ponen de manifiesto de manera especial la íntima relación
que existe entre "muerte", "Hades" e "infierno".
En una sola referencia bíblica se vincula el Hades con
algún castigo (Lc. 16:23), pero se trata de una parábola
que de ninguna manera se puede considerar doctrinalmente definitorio
.
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- VI. Seol (heb. she'ôl).
- El heb. She'ôl (al igual que el gr. hád's) se
refiere al mundo invisible, el lugar de los muertos, implícito
en la palabra española "infierno", por lo menos
en una de sus acepciones. Pero, puesto que la palabra "infierno"
connota también un lugar de castigo para los impíos,
dicha traducción a menudo produce confusión. Por
eso, la RVR y la BJ han preferido transliterar los términos
hebreo y griego por "Seol" y "Hades", mientras
la DHH recurre a circunloquios. Esta tendencia en las traducciones
modernas constituye un reconocimiento de la diferencia de signíficado
que existe entre el "infierno" español, tal
como se lo entiende hoy, y los términos usados en hebreo
y griego.
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- La íntima relación que existe entre Seol y
muerte resalta en el paralelismo hebreo. Por ejemplo, en el canto
de David registrado en 2 S. 22:2-51 aparece lo siguiente: "Me
rodearon ondas de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon; tendieron sobre mí lazos
de muerte" (vs 5, 6). Y en Isaías encontramos: "Pacto
tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol"
(Is. 28:15; cf v 18). En Nm. 16:30, 33 y Job 17:16, el Seol describe
la tumba* o el reino de los muertos (véase CBA 3:658,
1013,1014).
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- VII. Tártaro (gr. TartaróÇ, "arrojar
[echar] al Tártaro"). Término que aparece
sólo una vez (2 P. 2:4, BJ). De acuerdo con los griegos
y con la literatura apocalíptico judía, el Tártaro
era un lugar que se encontraba debajo del Hades, y allí
se recibía el castigo divino. Pedro usa este término
para referirse al lugar más profundo adonde fueron arrojados
los ángeles rebeldes (cf Jud. 6).
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- Inmortalidad
- (gr. athanasía, "inmortalidad"; qftharsía,
"incorruptibilidad"). Este término ocurre sólo
5 veces en la Biblia; "inmortal" (gr. áfthartos)
aparece 2 veces. Se califica a Dios como inmortal (1 Ti. 1:17;
Ro. 1:23) y como el único que posee inmortalidad (1 Ti.
6:16). Se afirma que el cristiano que busca inmortalidad (Ro.
2:7), la cual Cristo trajo a la luz a través del evangelio
(2 Ti. 1: 10 ), la recibirá "a la final trompeta"
(1 Co. 15:52-54). Es obvio que ninguno de estos pasajes otorga
el más mínimo apoyo a la idea ampliamente difundida
de que la inmortalidad es inherente al hombre.
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- De acuerdo con Gn. 2:7, en la creación, el hombre
llegó a ser "un alma viviente" como resultado
de la recepción del aliento de vida que Dios le impartió.
De esta manera queda establecido el principio de que la vida
se derivó del Creador; el corolario de este principio
es que la continuidad de la vida humana está en las manos
de Dios. Esta es la base filosófica de la doctrina bíblica
de la resurrección (Dn. 12:2; 1 Co. 15:51-54; 1 Ts. 4:16,
17).
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- El destino del no redimido no es la inmortalidad en el infierno,
sino la no recepción de la vida eterna. Las Escrituras
declaran con respecto al impío: "De Dios descendió
fuego del cielo, y los consumió" (Ap. 20:9). Por
contraste, quien cree en Cristo no perecerá sino que tendrá
"vida eterna" (Jn. 3:16; cf v 36); a la "final
trompeta" se vestirá de "inmortalidad"
(1 Co. 15:51-53; cf 2 Co. 5:4). Contrariando la doctrina bíblica,
a través de los siglos muchos teólogos han enseñado:
el hombre es inherentemente inmortal. Pero otros han defendido
la inmortalidad condicional. Entre estos está William
Temple, último arzobispo de Canterbury, que escribió:
"El hombre no es inmortal por naturaleza o por derecho;
pero es susceptible de inmortalidad y se le ofrece la resurrección
de la muerte y la vida eterna si desea recibirlas de Dios y en
los términos divinos". Y Emil Brunner, de la Universidad
de Zurich, declaró: "La opinión de que los
hombres son inmortales porque sus almas son de esencia indestructible,
acaso divina, es definitivamente irreconciliable con la visión
bíblica de Dios y del hombre". Además, el
NT dice que el hombre, por su aceptación de Cristo, puede
disfrutar de un goce anticipado de inmortalidad en su experiencia
espiritual de la vida presente. "Y esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,
a quien has enviado" (Jn. 17:3; cf Ro. 6:8; 8:11), La vida
eterna, o inmortalidad, es un don de la gracia de Dios a quienes
tienen fe.
- Atras