LOS ANGELES
 
SERES VIVIENTES
 
IDENTIDAD.
 
Si los seres vivientes (hayoth) de Ezequiel 1 son querubines, qué son los cuatro seres vivientes? Existen ciertas semejanzas entre ambas apariciones. Se hace referencia a caras como de león, becerro, hombre y águila, a cierto número de alas y a un gran número de ojos. Y, sin embargo, las diferencias son notables. En Ezequiel, cada ser viviente tiene cuatro caras, mientras que en Apocalipsis tiene sólo una. En Ezequiel, cada ser tiene cuatro alas; y en Apocalipsis cada uno tiene seis. En Ezequiel, los ojos se nos describen como parte de las ruedas que aparecen con los seres vivientes; en Apocalipsis, por el contrario, las criaturas poseen ojos alrededor y por dentro. No estamos del todo seguros respecto a su identidad. Puede que los seres del Apocalipsis sean serafines, que también tienen seis alas y también claman, como los seres vivientes, "Santo, santo, santo" (Is.6:1-3).
 
OCUPACIONES.
 
Cuáles son las funciones de los seres vivientes de Apocalipsis? Vemos como adoran a Dios en los capítulos 4,5,7 y 19 y cómo dan testimonio de la adoración a Dios por los hombres redimidos en el capítulo 14. También contemplamos cómo dirigen los juicios de Dios durante el período de la tribulación, al pedir en el capítulo o6, uno detrás de otro, el cumplimiento de los juicios contenidos en los primeros cuatro sellos del libro; y al dar en el capítulo 15 uno de ellos las siete copas a otros ángeles para que las viertan sobre la tierra. Si admitimos que la purificación de Isaías por el fuego y el castigo de la tierra a través de los juicios son ambos expresiones de un ministerio de purificación por parte del Dios santo, tendremos argumentos adicionales para reconocer a estos seres vivientes como serafines.
 
NOMBRES ESPECIALES
Es interesante darse cuenta de que, de todos los ángeles, únicamente se alude a dos por su nombre en los libros canónicos; y ello no ocurre hasta después de la cautividad de Israel en Babilonia. A Miguel y a Gabriel se les ha dado puestos de gran importancia en los ministerios de Dios entre los ángeles, y ambos se mencionan tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En cuanto a su importancia, la de Miguel parece ser mayor. Se le podría caracterizar como líder militar, mientras que Gabriel sería el más importante de los mensajeros.
 
A. MIGUEL
 
Denominación.
El nombre de Miguel es significante. Existe la duda entre algunos acerca del posible significado del nombre, pero es probable que deba tomarse como una pregunta: "Quién como Dios?". Un nombre así pondría humildemente de relieve la incompatibilidad de Dios. Reflejaría la devoción de Miguel a Dios y a su voluntad, y sería a la vez un duro contraste con Satanás, quien, en su orgullo, declaró: "Seré semejante al Altísimo" (Is.14:14).
 
Otros, sin embargo, consideran el nombre como una afirmación y una declaración de que aquél que lo ostenta es el mismo Dios, y creen que debería ser interpretado como : "Quién es como yo, que soy Dios" Oehler ha escrito: "Es muy cierto que la antigua teología judía identificaba a Miguel como Shekhina..., mientras que teólogos modernos, como Hengstenberg, lo identifican como Logos." Sin embargo, parece claro que Miguel fue un ángel creado y no Dios mismo. Su nombre aparece con relativa frecuencia en el Antiguo Testamento como nombre de hombre desde Números 13:13 hasta Esdras 8:8. Además, se le considera un arcángel y se le clasifica como "uno de los principales príncipes" (Dn.10:13), como si éstos existiesen también entre los ángeles y Miguel fuese uno de ellos. Más adelante se encarga de las batallas del pueblo de Israel, de la misma manera que Dios, o Satanás, asignan tareas similares a otros (cp.Dn.10:13,20). Por el contrario, al Logos (denominación de Cristo previa a su encarnación) se le llama monogenes (único, unigénito), y es el creador de todos los ángeles (Col.1:16) y el Señor de todas las naciones (Ap.19:13-16).
Posteriormente se identifica a Miguel como "el arcángel" (Jud.9). Este título le sitúa inmediatamente por encima de otros ángeles y hace que le consideremos, sin ninguna duda, como líder militar del ejército de ángeles que lucha contra Satanás (Ap.12:7). El artículo definido junto a arcángel no limita necesariamente el conjunto de los arcángeles a Miguel. Puede que el artículo identifique a Miguel como un arcángel bien conocido en vez de restringir la clase a su persona. Es posible que haya otros de la misma categoría o rango, ya que a Miguel se le describe como a uno de los "principales príncipes"" (Dn.10:13). Posiblemente, Miguel sea el arcángel entre los líderes angélicos mandatarios de Dios. Es muy posible que sea parte del conjunto de querubines, como Satanás, contra quien contiende y lucha (Ez.28:14-16;Ap.12:7). En caso de que esto fuese verdad. Miguel sería el único que parte de la presencia de Jehová para llevar a cabo misiones.
 
Concluimos, pues, diciendo que Miguel es un ser angélico creado con rango de arcángel y que, posiblemente, pertenece a la clase de los querubines. Sin embargo, sólo a El se le denomina específicamente arcángel.
 
Responsabilidades.
En la Biblia contemplamos a un Miguel investido de la autoridad de Dios que lucha junto al pueblo de Israel y presenta batalla a los enemigos de Dios.
En la misteriosa espera angélica se está llevando a cabo, incluso ahora mismo, una batalla entre los ángeles de Dios y los de Satanás (cp.2Co.11:13-15;Ef.6:10-12). También sucedía así en los días de Daniel. Un ángel, al parecer de un rango y poder inferiores a los de Miguel, habla del "príncipe del reino de Persia", quien se le oponía (Dn.10:13,cap.vv.10-14).
En estas circunstancias, Miguel fue a ayudar al ángel.
En estas circunstancias Miguel fue enviado a ayudar al ángel. Fue enviado por Dios para que fuese al pueblo de Daniel, a la nación de Israel. Es por eso que se le llama "Miguel vuestro príncipe" en Daniel 10:21. Puede que otras naciones tengan príncipes, de Dios o malignos; sin embargo, Miguel es el defensor de Israel.
Leemos de él en las escrituras que es "el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo" durante la futura gran tribulación (Dn.12:1;cp.también Mt.24:15,21,22). Como guardián especialmente nombrado de Israel, Miguel defenderá al pueblo de Dios durante el "tiempo de angustia para Jacob" (Jer.30:7), cuando Israel será perseguido por los reinos del mundo y por el ejército de Satanás, en el período sin precedentes de pruebas y de ira que sobrevendrá a toda la tierra justo antes de la segunda venida de Cristo (Ap.12:3-17). Bajo el poder de Dios, Miguel y su ejército vencerán a Satanás (Ap.12:8,9), en lo que será una muestra de la total victoria de Cristo, el rey que ha de venir (12:19).
 
Aplazamiento.
Miguel, a pesar de su grandeza y poder, cuando disputó con Satanás por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a blasfemar en contra de Satanás, sino que, sometiéndose a Dios, dijo: "El Señor te reprenda" (Jud.v.9). Si alguien tan grande como Miguel cabeza de todas las fuerzas Angélicas de Dios, no confía en su propia fuerza al enfrentarse a Satanás sino que respeta su maligno poder, cuánto más debemos nosotros confiar en Dios (cp.Ef.6:10-12;2P.2:11).
     
B. GABRIEL
 
Denominación.
El nombre de Gabriel significa "el poderoso de Dios", y expresa su gran fuerza, concebida por Dios. El hecho de que fuera a Daniel "volando con presteza" revela su gran poder, puesto de manifiesto por la inusitada velocidad (cp.Dn.9:21). También se le denomina "el varón Gabriel" (Dn.9:21), como reflejo de su forma; y "el ángel Gabriel" (Lc.1:26), lo que pone de relieve su naturaleza angélica. Gabriel se describe a sí mismo diciendo: "Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios" (Lc.1:19). He aquí un importante y especial mensajero de Dios, que tiene acceso permanente a la presencia divina.
 
Descripción.
Como ya hemos visto, Gabriel es, naturalmente un ser angélico que se presenta ocasionalmente en forma humana. Daniel a descrito que "aquél que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez" (10:18). El ser que visitó a Daniel hablaba con voz de hombre (10:17,18) y tenía una capacidad de tocar parecida a la de los hombres (8:18;10:18). También era capaz de permanecer en un lugar concreto, como cuando se presentó a Zacarías, y su aparición causó en este sobrecogimiento y gran temor (Lc.1:11,12). Cuando María le vió, no pareció estar tan asustada por la aparición del ángel como por lo que éste dijo del fruto sobrenatural de su vientre, de Jesús (Lc.1:26-29).
 
Responsabilidades.
Si bien Miguel es el campeón escogido por Dios para las batallas de Israel, Gabriel parece ser el enviado especial de Dios en sus planes de reino en cada una de las cuatro ocasiones en que aparece en la Biblia. Se encuentra delante de la presencia de Dios preparado para cumplir sus órdenes (Lc.1:19) y obedece rápidamente para llevar a término los planes de Dios (Dn.9:21). Gabriel revela e interpreta el propósito y los planes de Dios en relación al Mesías y su reino a los profetas y al pueblo de Israel.
También vino a Daniel con una interpretación de la visión del carnero y del macho cabrío. Le reveló que el carnero de los dos cuernos representaba el imperio de Media y de Persia y que el gran macho cabrío que tenía un cuerno era el imperio griego bajo el poder de Alejandro, cuyo reino se dividió posteriormente en cuatro (Dn.8:15-22). Gabriel fue también el mensajero que interpretó la profecía de las "setenta semanas", de un año cada una, que Dios había planeado para Israel bajo la dominación mundial de los poderes gentiles. Está sorprendente predicción determinaba con gran precisión la fecha de la primera venida del Mesías en 483 años (69 semanas) tras el decreto de la reconstrucción del muro y de la ciudad de Jerusalén (probablemente el decreto de Artajerjes;cp.Esd.7:7). La semana tratada por separado, la septuagésima (Dn.9:27), se refiere a otro auténtico período de siete años que ha de venir tras el paréntesis del plan de Dios con la iglesia. Esta última semana implicará el período de tribulación planeado para Israel (Jer.30:7;Dn.12:1,2;Mt.24:15-21) que precede inmediatamente la Segunda Venida de Cristo (Mt.24:9-31).
 
Gabriel es también el mensajero que se apareció a Zacarías para anunciarle el nacimiento de Juan el Bautista, anunciador oficial del rey, de Jesucristo (Lc.1:13-17,19). Se aparece una vez más a María, virgen y madre de la naturaleza humana de Cristo, a quien anuncia la necesidad del nacimiento virginal de su seno para traer al Hijo eterno de Dios a la raza humana, para que éste se convierta en el Dios - hombre prometido que habrá de reinar por encima de todas las naciones del mundo desde el trono de David (Lc.1:26,31-35). Su reino se establecerá cuando vuelva por segunda vez (Mt.25:31-34).
 
Está bastante claro, pues, que cualquiera que sea el lugar en que aparece Gabriel en las Escrituras lo hace como mensajero de Dios, para comunicar la revelación y la interpretación en relación al plan teocrático del reino de Dios, y, en particular, en lo que respecta a Israel y al Mesías, Gabriel nos sirve de ejemplo a nosotros, que estamos delante de Dios por la gracia de Cristo (Ro.5:1-2), como aquél presto a transmitir los mensaje de Dios a su pueblo.
     

 

IV. DENOMINACIONES ESPECIALES
Existen algunos ángeles más cuyo nombre no nos es conocido, pero que han sido descritos a partir de ciertas características relacionadas con su servicio.
 
A. LOS MENSAJEROS A LAS SIETE IGLESIAS
    En Apocalípsis 1:20 , Cristo expone que "las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias", a las que Juan debía escribir. La palabra ángel significa "mensajero", y se puede usar, en las escrituras, tanto como mensajeros humanos como con sobrenaturales. Se usó de Juan el Bautista (Mc.1:2), de los mensajeros de Juan (Lc.7:24), los mensajeros de Jesús (Lc.9:52), y de los espías que se escondieron en casa de Rahab (Stg.2:25).
     
    Sin embargo, en su significado más normal, la palabra suele referirse a los ángeles, a los seres sobrenaturales. Los libros de Daniel y de apocalípsis ,en especial, utilizan el término ángel en éste último sentido. á excepción de los capítulo 2 y 3 de apocalípsis , el mencionado término únicamente se emplea con el segundo significado.
     
    No tenemos evidencia suficiente para concluir si los mensajeros de l las siete iglesias eran hombres o ángeles. A favor del punto de vista de que eran ángeles tenemos el uso habitual del Nuevo Testamento, y en particular en Apocalípsis y Daniel. Algunos han señalado que las responsabilidades puestas sobre los ángeles eran demasiado grandes para un nombre y que el liderazgo humano aún no había alcanzado el punto en aquella época de considerar a un hombre líder de una iglesia. Por otro lado, a favor de los mensajeros o líderes humanos podría decirse que a Juan se le encomendó escribir a los mensajeros una cartas que trataban de los problemas concretos por los que los hombres estaban pasando. La idea de escribir a un ángel no parece la vía más directa para enfrentarse a un problema. Además, en ángel o el mensajero al que se dirigía cada una de las siete cartas parecía estar involucrado en la vida y las dificultades de la iglesia; como si se encontrase en problemas humanos reales. Si tuviésemos que decantarnos hacia una u otra postura, la consideración de que estos "ángeles" eran mensajeros humanos que dirigían y velaban por las iglesias nos parecería más adecuada al contexto.
     

 

B. GRUPOS ESPECIALES DE ANGELES
    El libro de Apocalípsis hace referencia a algunos grupos de ángeles que vale la pena tener en cuenta. En este apartado, consideraremos algunos de ellos.
     
    1. Cuatro ángeles sobre los cuatro ángulos de la tierra que detenían los cuatro vientos de la tierra. No deberíamos interpretar este versículo (Ap.1:7) como si la tierra fuese cuadrada; la idea que da es que el control angélico (que Dios usa, pero que no necesita) es, en este caso, completo y llega a tener poder por encima de los elementos.
     
    2. "Los siete ángeles que estaban en pie ante Dios". A estos ángeles se les dio siete trompetas para traer juicios sobre la tierra (Ap.8:2). Se trata de mensajeros del juicio de Dios durante el período de la tribulación inmediatamente anterior a la segunda Venida de Cristo. Grandes plagas se ciernen sobre la tierra cada vez que uno de los ángeles hace sonar su trompeta.
     
    3. Los siete ángeles que tienen las siete plagas postreras. Esta plagas completan el derramamiento de la ira de Dios en la gran tribulación (Ap.15:1). Se entregaron a los ángeles "siete copas de oro, llenas de la ira de Dios" (15:7). Los ángeles, como los anteriores, derramaron las copas de la ira de Dios de forma sucesiva y ocasionaron gran destrucción sobre la tierra. Estos seres angélicos provenían del templo, el lugar simbólico donde Dios tiene su morada (15:6). No contamos con suficientes pruebas para poder concluir si se trata de los mismos ángeles mencionados en las series de juicios previas o de otros diferentes (Ap.8).
     
    4. Los veinticuatro ancianos del Apocalípsis 4 y 5. Existen dos interpretaciones de este pasaje. Hay quien dice que los ancianos representan la verdadera iglesia de Cristo al aparecer en el cielo durante el período de la tribulación. Para apoyar esta visión, citan el uso de ancianos en el Nuevo Testamento que se refiere a ellos como funcionarios y representantes de la iglesia, y también utilizan la alusión a coronas y a dirigentes o tronos como referencia a las recompensas y privilegios de los creyentes. Otros mantienen que los veinticuatro ancianos son seres angélicos que se ocupan, a manera de sacerdotes, del trono de Dios junto a los "seres vivientes", quienes parecen ser, sin lugar a duda, ángeles. Los que están a favor de este punto de vista ponen de relieve que los veinticuatro ancianos se unen a los cuatro seres vivientes para alabar a Dios por la redención de los hombres, y lo hacen de una manera que parece excluirles a ellos. Muchos e importantes manuscritos bíblicos omiten el "nos" en Apocalípsis 5:9 y escriben "los" y la tercera persona del plural en vez del "nos" y la primera persona del plural en Apocalípsis 5:10 (cp. Biblia de las Américas). Esto daría como posibilidad el que los veinticuatro ancianos fuesen ángeles que a veces aparecen con vestiduras blancas y que pueden actuar como representantes de Dios, nombrados directamente por Él, para pueblo redimido de la tierra (cp. Dn.12:1; Mt.18:10; Lc.1:19; Ap.8:3). Puede que el número veinticuatro se corresponda con las veinticuatro suertes del sacerdote establecidas por el rey David (1Cr.24) y con la suma de las doce tribus y los doce sacerdotes. No tenemos suficiente certeza para determinar si los veinticuatro ancianos eran hombres o ángeles.
     

 

C. ÁNGELES CON RESPONASABILIDADES ESPECIALES
    A algunos ángeles se les designa por la actividad que realizan. Está el "ángel que tenía poder sobre el fuego" (Ap.14:18). A otro se le llama el "ángel de las aguas" (Ap.16:5). A un ángel enigmático se le conoce por el "ángel del abismo" (Ap.9:11). También se le denomina específicamente Abadón en hebreo y Apolión en griego. Ambos significan actividad destructiva. También hay otro llamado "estrella que cayó del cielo a la tierra" (Ap.9:1); y a éste se le dio la llave del pozo del abismo. Al haber previamente caído y tener autoridad - indicada por la llave - sobre el abismo(ver también v.11) y llamarse el Destructor, hay quien considera a este ángel como el mismo Satanás. Al último ángel se le describe como el "que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano" (Ap.20:1), el cual atará a Satanás durante el reino milenario de Cristo (Ap.10:2,3).
     
    Toda la impresionante e invisible actividad angélica que esta a nuestro alrededor en estos momentos y también la programada para el futuro se encuentra bajo el control de nuestro salvador, quien determina todas las cosas para que su buen y perfecto propósito para su pueblo y para la gloria de Dios se lleve a cabo (Mt. 28:29; Ef.1:11Ap.1:18).
     

 

D. ÁNGELES FUERA DE LOS LIBROS CANÓNICOS
    Hasta aquí hemos hecho mención de los ángeles que están dentro de los límites de las santas Escrituras, la única fuente de verdad acerca del mundo espiritual invisible en que podemos confiar. Sin embargo, en los escritos apócrifos, se menciona tres ángeles que no aparecen en la palabra Rafael, Uriel y Eremiel. No podemos, no obstante, dar fe de su existencia, como tampoco podemos darla de la existencia de los muchos ángeles de las mitologías.
     

 

 

V. MORADA
Los ángeles fueron creados, en su totalidad, en estado santo antes de la creación física (Job 38:4-7); de ello se deduce lógicamente que el lugar donde habitaban en un principio era en el cielo, junto a Dios. Sin embargo, desde la caída de algunos ángeles, la cuestión de su morada se ha convertido en algo un poco más complicado.
 
A. ANGELES SANTOS
    Las opiniones acerca del lugar donde habitan los ángeles en la actualidad discrepan. Algunos dicen que se hallan en el cielo, lugar donde mora Dios; mientras que otros prefieren el segundo cielo. Es posible que haya ángeles en los dos lugares.
     

 

En el cielo, morada de Dios.
Algunos ángeles aparecen claramente en la presencia de Dios de una manera bastante permanente. Así parece suceder con los serafines (Is. 6:1-6), con los seres vivientes (Ap. 4:6-11) y con el ángel Gabriel, que está "delante de Dios" (Lc. 1:19). Parecen estar de acuerdo con esto, al parecer, las referencias de los ángeles en el cielo de Mateo 22:30 y Marcos 12:25 y la de "un ángel del cielo", de Gálatas 1:8. parece ser que los ángeles se regocijan en la presencia de Dios cuando un pecador se arrepiente (Lc. 15:10).
 
En el segundo cielo.
Las razones por las que es posible que el segundo cielo sea la morada de al menos una parte de los ángeles son las siguientes: (1) existe un mínimo de un cielo y un máximo de tres (2Co. 12:2), que se supone son la atmósfera, el firmamento y la presencia de Dios; (2) Jesús atravesó los cielos (en plural) para ir a la presencia de Dios (He. 4:14); (3) Jesús está sentado por encima de principados y potestades angélicos (Ef. 3:10, cp. 1 P. 3:22) (4) por lo tanto, los ángeles no moran en el tercer cielo. Se encuentran según este punto de vista, en el segundo cielo, y es posible que tengan acceso al tercero. Esta explicación también concuerda con Satanás y su deseo de alcanzar el cielo, es decir, el lugar de Dios (Is. 14:13).
 
Probablemente algunos ángeles habiten en la presencia de Dios mientras que otros lo hagan en el segundo cielo con la posibilidad de acceder al tercero, presencia de Dios. Se podría discutir el significado del "por encima" como referencia a la posición de Cristo respecto de los ángeles. Los pasajes parecen poner más de relieve la autoridad de Cristo que su emplazamientos.
Sin embargo, tampoco debemos dejar de considerar la localización. La relación entre los ángeles y las estrellas (Job 38:6, 7, Ap. 9:1) y la expresión "ejercito de los cielos" (Sal. 148:1-5) indican, al parecer, que los ángeles moran en el segundo cielo, o cielo estelar.
 
Los lugares celestiales.
    Los lugares celestiales se refieren, según parece, a la esfera espiritual, posicional y de actuación que incluye a Cristo y al creyente (Ef. 1:3; 2:6), a los ángeles santos. (Ef. 3:10) y a los ángeles malignos y Satanás (Ef. 6:12). No sabemos con seguridad si se trata de la morada donde habitan los ángeles o si es simplemente el lugar donde se actúa a favor y en contra de Dios y los suyos. En caso de ser un lugar en el sentido espacial, y como que incluye a creyentes que están en la tierra, debe referirse a algún área dentro del primer cielo atmosférico.
    Sin embargo, es posible que se refiera más a una esfera espiritual que, lógicamente, debe comprender también la atmósfera terrestre. Lo que sí es cierto es que tanto los ángeles escogidos como los malignos han invadido nuestro es mundo espacial y nuestros sentidos, lugar donde afectan y son afectados por los hombres.
     
B. ANGELES DEL MAL
    Desde la caída, los ángeles han sido expulsados del cielo, por lo que ahora se encuentran en diferentes lugares
     

 

En los lugares celestiales.
Tal como hemos dicho anteriormente, los creyentes luchan contra los seres espirituales malignos en los lugares celestiales (Ef. 6:12). Lo más seguro es que se trate de demonios, secuaces de Satanás que intentan poner en dificultades el propósito y el pueblo de Dios en la tierra. También pueden vivir y desplazarse en el firmamento.
 
En el abismo.
Apocalipsis 9:1-11 describe cómo una estrella cae sobre la tierra proveniente del cielo, la cual tenía la llave del pozo del abismo (v.1) Cuando abrió el abismo, de éste salieron unas criaturas monstruosas con un rey - ángel sobre ellas (V. 11). Las criaturas parecen ser demonios o seres angélicos malvados que llevaban encerrados cierto tiempo. Es posible que se trate del abismo al cual rogaron no ser enviados algunos demonios durante el ministerio de Jesús en la tierra (Lc. 8:31). El abismo es una prisión temporal para algunos ángeles perversos y para Satanás durante el reino futuro de los 1.000 años (Ap. 11:7; 17:8; 20:1-3).
 
En la tierra, atados.
Cuatro ángeles, al menos, están atados o serán atados junto al río Eufrates (ap. 9:14). Ellos serán quienes estarán a la cabeza del gran ejercito angélico que participará en la destrucción de una tercera parte de los seres humanos (Ap. 9:15-18). Es posible que esas hordas angélicas estén también atadas junto a los cuatro grandes ángeles.
El lugar donde se retiene a los grandes ángeles parece ser otro emplazamiento diferente del abismo.
 
En prisiones eternas, bajo la oscuridad.
Judas versículo 6 describe a algunos ángeles como los "que no guardaron su dignidad sino que abandonaron su propia morada". A estos, Dios "los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día". Sólo serán librados de sus ataduras para ser echados al lago de fuego". Mateo 25:41). Estas palabras coinciden con las de 2 Pedro 2:4, donde se dice que los ángeles que pecaron de esa manera han sido arrojados al tartarus ("infierno"), extraño lugar donde se les retendrá. Los contextos más amplios de Judas verso 6 y 2 Pedro 2 indican que se trata de los mismos ángeles y del mismo lugar. El pecado aquí mencionado no parece ser el de la rebelión primera, ya que todos los que participaron en ella fueron encarcelados, lo que no permitiría a ningún ángel caído estar libre o presente en otros lugares.

Atras