- LA MASONERIA
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- Historia
- Conocida más universalmente por francmasonería,
procede por su etimología del francés franc (libre)
y mason (albañil); es decir, albañil libre, aludiendo
con ello a lo que la masonería considera como su remoto
origen; la comunidad de albañiles que dirigidos por Hiram
de Tiro construyó el templo de Salomón. Más
que sociedad secreta, como ha sido considerada, diremos que la
masonería es una sociedad cerrada que, por fundamentarse
en unos principios determinantes ha sufrido modificaciones y
transformaciones paralelas a los supuestos ideológicos,
intelectuales, morales y religiosos que le dieron vida. Aunque
suele hablarse de un periodo mítico y legendario de la
masonería (mito de Hiram) y de otro periodo llamado de
masonería "antigua" u "operativa"
(que no es sino la continuación y transformación
de las agrupaciones gremiales del Medievo y del Renacimiento),
la auténtica masonería, considerada en el moderno
significado de la palabra, llamada "masonería moderna"
o "masonería especulativa", surgió a
principios del siglo XVIII con carácter de sociedad de
"iniciados", primero al culto divino, que más
tarde deviene en iniciación a las virtudes y adquiere
el matiz filantrópico-racionalista con que se le distingue.
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- La masonería propiamente dicha surgió en 1717
por obra de los pastores presbiterianos ingleses James Anderson
y J. T. Desaguliers, continuadores del movimiento espiritual
inspirado por Comenio. Recibe una estructuración sistemática
y definida en 1723, cuando publica Anderson, The Constitutions
of the free-masons. Desde entonces, la masonería recogió
las influencias de las corrientes intelectuales del enciclopedismo
del siglo XVIII y del racionalismo y liberalismo del siglo XIX.
Se difundió muy rápidamente por Europa: en 1721,
se constituyó la primera logia en Francia; en 1717, en
Rusia, establecida por Pedro I; en 1723, en España; en
1734, en La Haya; en 1738, en Boston; etc.
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- La establecida en Francia, de origen escocés, estuardista,
fue favorecida por el espíritu racionalista francés:
estableció como rito el "escocés antiguo y
aceptado", frente al de York de las logias inglesas; y,
en 1738, al fundarse la Gran Logia de Francia, la francesa quedó
desvinculada de la inglesa, encontrándose desde entonces
en abierta oposición. De esta división nacieron
las tres ramas principales de la masonería actual: Rito
ingles, Rito escocés, Rito simbólico francés.
Frente al carácter aristocrático y puritano de
la masonería inglesa, la francesa evolucionó hasta
un difuso deísmo, inspirado en el racionalismo naturalista
que poco a poco le hace perder el matiz religioso que tenía
aquella; más adelante, en un segundo proceso de transformación,
cambia su concepción de una base aristocrática
de la sociedad por una estructura más democrática,
intelectual y politizada. Aunque se ha querido ver siempre una
activa participación política en los designios
de las logias, a las que se atribuyen la casi totalidad de las
revoluciones burguesas del siglo XIX, lo cierto es que, en principio,
la masonería no tomó parte trascendente en ellas.
Hoy día está en entredicho la relación que
pudo tener con la Revolución francesa, a pesar de la coincidencia
de lemas de las mismas en el epígrafe de "libertad,
igualdad y fraternidad". Pero mientras que en la masonería
anglosajona pervive el espíritu estático y religioso
inicial, la francesa se convierte, pasado el Terror y bajo el
Imperio, en paladín de las nuevas tendencias liberales.
Masón y liberal serán términos coincidentes
en algunos países europeos; durante el siglo XIX, la burguesía
mercantil, intelectual o militar, desplaza al aristocratismo
y al afán de perfectibilidad humana que la dominaban al
nacer.
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- En 1804, La Gran Logia General de Francia se convierte con
Napoleón en el primer centro impulsor de la masonería
en Europa, siendo designado gran maestre José Bonaparte.
- El predominio de la masonería francesa en Europa origina
una incisión interna en el universalismo de la misma.
La inicial ruptura de las logias francesas, por motivos religiosos,
se acentúa más aún a mediados del siglo
XIX, cuando la Gran Logia de Francia suprime la obligación
del lema: "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo",
quedando separada por ello del cuerpo masónico general
y siendo repudiada por la Gran Logia unida de Inglaterra. Desde
entonces persiste la división. Por un lado, la andeísta,
de carácter ritual, muy conservador en moral y en costumbres,
que forma un bloque dirigido por Inglaterra; por otro, una masonería
carente de espíritu religioso, más intelectual,
con base humanística e implicada fuertemente en los acontecimientos
de su tiempo, particularmente en el campo del compromiso político;
no obstante, al quedar superado el liberalismo político
intelectual, que le dio base, por nuevas tendencias (socialismo,
totalitarismo, neocapitalismo, etc.), devino en mero humanismo
formalista.
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- En Inglaterra y países nórdicos, la masonería
sigue vinculada a las realezas; en Francia, inclinada siempre
a fórmulas de gobierno basadas en la estricta libertad
individual, fue siempre respetada por todos los regímenes
políticos hasta 1940 en que el mariscal Petain la declaró
fuera de la ley; aunque, posteriormente, en tiempo del general
De Gaulle, quedó sin validez dicha ley.
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- En el siglo XX se han efectuado varios intentos de unificación.
El de 1910 fracasó al negarse Inglaterra a reconocer a
la Gran Logia de Francia, que insistía en no aceptar el
espíritu ritual y simbolismo religioso que tenía
aquella. El 15 de Mayo 1954 se llevó a cabo, sin éxito,
otro nuevo intento, no obstante, cinco grandes logias europeas
llegaron a un acuerdo de unificación en Luxemburgo, dejando
recluida a Inglaterra. Finalmente y tras algunas defecciones
(las de Austria, Suiza, etc.), varios países europeos,
como Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo,
según los acuerdos de sus respectivos grandes maestres
aceptados en las reuniones de Estrasburgo y Bruselas de 1961
han llegado a una fusión total sustentada en la libertad
de conciencia y tolerancia mutua, acuerdos a los que posteriormente
se ha adherido Italia.
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- En la actualidad las logias masónicas más florecientes
están en los E.U.A., que poseen cuatro de los cinco millones
de masones regulares que se calcula hay en el mundo; le siguen
los de Inglaterra con medio millón. Fieles a sus antecedentes
liberales, las sociedades masónicas son inconformistas
de todo régimen político autoritario y están
inscritas como una corriente más del pensamiento contemporáneo.
Se declaran propugnadoras de una vaga espiritualidad deísta
y de un humanismo trascendente. En 1960, el gran maestre de la
Chaine d'Union declaraba que "los jalones permanentes de
nuestra obra y justificación de nuestra existencia"
estaban marcados por: el sentimiento de la fraternidad, el sentido
cívico a escala universal y la protección del hombre
y de los valores que representa y que le caracterizan esencialmente,
a saber: aquiescencia a la razón, a los valores morales
permanentes y a la libertad.
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- Masonería en España.
El tipo de masonería estudiado hasta ahora no fue exactamente
el que arraigó en los países latinos, concretamente
en Italia y España, en los que la masonería se
ha considerado siempre como sociedad secreta con fines más
secretos aún, claramente anticatólica y muy vinculada
a la actividad política; además, por ser la masonería
sociedad internacional se han señalado a los masones como
traidores a la patria.
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- En España, la masonería moderna o especulativa,
que es la masonería en el sentido actual de la palabra,
fue establecida en 1727 al fundarse la Matritense, primera logia
de Madrid, por Lord Wharton, si bien funcionaba otra desde 1726
en Gibraltar. Años después, en 1739, Lord Raimond
constituía la Gran Logia Provincial de España,
con sede en Andalucía. Son logias de fundación
y obediencia inglesas y, durante el siglo XVIII, mantuvieron,
en gran parte, el espíritu inicial que las creara, formando
parte de las mismas una minoría ilustrada española,
de carácter selectivo aristocrático e intelectual.
La figura más destacada de este periodo es el conde de
Aranda, que desvincula la masonería española del
Oriente ingles, aceptando en cambio el rito escocés de
las logias francesas. En 1780, se crea el primer Gran Oriente
español, que alcanza gran florecimiento con Montijo, sucesor
de Aranda. En este primer periodo, la masonería española
tiene ya alcance y significación política debido
a la actividad de Aranda y, principalmente, de Montijo, en quien
se ha querido ver uno de los responsables del motín de
Aranjuez.
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- Al iniciarse el siglo XIX, la influencia masónica
en España es doble: hay logias de inspiración francesa
favorecidas por la presencia en España de José
Bonaparte, y las hay de inspiración inglesa. De aquellas
formas parte los ilustrados llamados afrancesados; de estas los
patriotas, entre los cuales se forman los cuadros de los liberales
que intervienen en las Cortes de Cádiz. Las logias españolas
quedaron reducidas a la clandestinidad al retornar Fernando VII,
si bien en 1816 se establece un nuevo Gran Oriente en Granada,
continuación del de Montijo; estas logias, que eran el
vehículo de transmisión de la ideología
política liberal, devienen en reductos de conspiraciones
contra la monarquía absoluta. La masonería española
adquiere entonces unas características peculiares: carácter
conspirador y reducto del militarismo romántico liberal,
pues a ella pertenecen todos aquellos (Lacy, Riego, Torrijos,
etc.) que protagonizaron en España, demanera sistemática
y continuada, el sinfín de pronunciamientos propios del
siglo XIX hispánico.
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- Los hombres que acceden al poder durante el llamado trienio
constitucional (1820-23) procedían del Gran Oriente español;
un grupo discrepante sale de las logias y, aceptando de estas
sólo el ritual y los símbolos, constituyen una
sociedad típica española, los Comuneros, donde
se sustituye la doctrina masónica por un especial ideal
revolucionario, burgués y liberal, aplicado a España.
Es este el momento de más fuerte influjo político
de la masonería española, particularmente en1822.
En este mismo año se funden masones y parte de los comuneros
(el ala izquierda de los comuneros pasa al carbonarismo), bajo
la dirección de Pérez de Tudela, terminando así
por desvirtuarse lo que quedara en las logias de primitivo espíritu
masónico.
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- En 1824, la masonería está prohibida y de nuevo
en clandestinidad, sin embargo, entre las revoluciones de 1854
y1868, las logias españolas actúan con efervescencia
en los medios políticos, educacionales, intelectuales
y militares, adquiriendo un fuerte matiz anticatólico.
Hasta 1868 no sale la masonería a la calle, reconocida
públicamente, asistiendo los miembros de las logias con
sus insignias y símbolos a los entierros del infante Enrique
y de Prim (1870). A raíz de la revolución de 1868,
la masonería española conoce un periodo, aunque
corto, de auge e influencia en la vida nacional. Los responsables
más directos de la revolución pertenecían
a las logias, civiles o militares; por ello, en la Constitución
de 1869 se cree percibir claras huellas del espíritu masónico
español que le dio vida. Este papel decisivo jugado por
la masonería en España perdura durante el efímero
reinado de Amadeo I, quien había detentado elevados grados
en las logias italianas. Con la Restauración, en 1874,
aparecen nuevas leyes que la prohiben y desde entonces se ha
querido siempre ver en ella un activo artífice de los
múltiples y contradictorios bandazos y vaivenes de la
política hispánica. De modo especial se le atribuye
una participación muy directa en la implantación
de las dos repúblicas españolas, estimándose
que jugaron un significativo papel en el desarrollo y desenlace
de los acontecimientos que originarán la Guerra Civil
de 1936. En 1888, los tres Grandes Orientes españoles,
además del Supremo Consejo de Colón en la Habana,
se unificaron en uno solo, formando logia aparte el Gran Oriente
militar español.
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- Los reyes españoles de la casa de Borbón, que
nunca aceptaron grados de la masonería, al menos hasta
1874, la prohibieron a medida que lo hacía la Iglesia
Católica.
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- A raíz de la Bula prohibitiva de Clemente XII, en
1738, lo hizo Felipe V; después Fernando VI, Fernando
VII, etc. Actualmente, la masonería está prohibida
por Ley del 1º de marzo de 1940, sobre delitos de masonería
y comunismo.
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- Análisis doctrinal.
- 1. Definición y finalidad.
- Acerca de la masonería existen multitud de conceptos
y apreciaciones, bien por la complejidad del movimiento, bien
porque las mismas definiciones que la masonería da de
sí misma suelen ser poco precisas, sin manifestar a veces
sus verdaderos y últimos fines, o sin indicar sus objetivos
o logros en la realidad.
-
- Según los ritos ingles y escocés, la masonería
es "un hermoso sistema de moral revestido de alegoría
e ilustrado por símbolos". El artículo 1º
de los Estatutos del Gran Oriente de Bélgica es algo más
concreto: "una institución cosmopolita y en proceso
incesante, que tiene por objeto la investigación de la
verdad y el perfeccionamiento de la humanidad. Se funda sobre
la libertad y la tolerancia, no formula dogma alguno, ni descansa
en él. Uno de sus adeptos precisa más sus objetivos
y la define así: "La francmasonería es una
asociación universal, filantrópica, filosófica
y progresiva, que procura inculcar en sus adeptos el amor a la
verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de
las artes, los sentimientos de abnegación y filantropía
y la tolerancia religiosa: que tiende a extinguir los odios de
raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, de creencias
y de intereses, uniendo a todos los hombres por los lazos de
la solidaridad y confundiéndolos en mutuo afecto de tierna
correspondencia".
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- Uno de los artículos fundamentales de la constitución
de 1723 se expresa así: "todo masón está
obligado en virtud de su título, a obedecer la ley moral;
y si comprende bien el arte, no será jamás un estúpido
ateo, ni un irreligioso libertino. Así como en los tiempos
pasados los masones estaban obligados, en cada país, a
profesar la religión de su patria o nación, cualquiera
que esta fuese, en el presente nos ha parecido más a propósito
el no obligar mas que aquella en la que todos los hombres están
de acuerdo, dejando cada uno su opinión particular: a
saber, ser hombres buenos y verdaderos, hombres de honor y probidad,
cualquiera que sea la denominación o creencias conque
puedan distinguirse. De donde se sigue que la masonería
es el centro de unión y el medio de conciliar una verdadera
amistad entre personas que (sin ellas) permanecerían en
una perpetua distancia.
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- De este texto y de las definiciones dichas, parece que la
finalidad de la masonería es el ser una reunión
de hombres que creen en Dios (Ser Supremo), que respetan la moral
natural y quieren conocerse y trabajar juntos a pesar de la diversidad
de opiniones religiosas, o de su pertenencia a confesiones o
partidos opuestos. Pero bajo este difuso deísmo y filantropía
se puede intuir una realidad más profunda. León
XIII en su encíclica "Humanum Genus" puso de
manifiesto como las doctrinas religiosas, filosóficas
y morales en que se inspira la masonería como tal cualquiera
que sea las opiniones particulares de sus miembros, llevan a
la negación de la existencia de Dios; a la negación
de la misma moral; y abre camino al ateísmo, al panteísmo,
al iluminismo, al espiritismo, etc.
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- Masonería regular e irregular.
- Al extenderse la masonería por Europa, esa finalidad
filantrópica y humanitaria que en sus principios se proponía
la masonería no se mantuvo. Al lado de la masonería
propiamente dicha, ordinaria, oficial, ortodoxa, surgieron numerosas
sectas, unas particularmente herméticas, cabalísticas,
eclécticas y seudomísticas (martinistas franceses,
pietistas alemanes) u otras netamente políticas (iluminados
bávaros); e incluso la masonería regular conforme
pasaban los años se iba dividiendo en numerosas ramas
y ritos.
-
- El paso definitivo de esta ruptura lo dio el Gran Oriente
de Francia en 1877 al borrar de sus estatutos la obligación,
hasta entonces exigida, de la creencia en el Ser Supremo al que
dan el nombre de Gran Arquitecto del Universo. De resultas de
esta actitud se siguió la condena de la Gran Logia de
Inglaterra contra el Gran Oriente francés. La posición
adoptada por la masonería francesa era consecuente con
la actitud anticlerical, laicista y racionalista que sus miembros
propugnaban. El paso francés fue secundado por muchos
Orientes y Logias, tanto europeos como hispanoamericanos, que
no admitieron "como primera condición para ser miembros
de la masonería la creencia en el Ser Supremo, condición
ante la que no cabe ningún compromiso".
-
- De la masonería, pues, no se puede hablar en un sentido
unívoco, ya que no existe una única masonería;
existen muchas manosearías independientes unas de otras
(masonería inglesa, norteamericana, alemana, austríaca,
escandinava, holandesa, el Gran Oriente de Francia La Gran Logia
Nacional francesa, las masonerías italianas, las latinoamericanas,
etc.) y dentro de estas mismas se da una variedad extraordinariamente
de ritos (Rito escocés antiguo y aceptado, Rito de York,
Rito escocés rectificado, Rito mixto universal, etc.).
A la hora de analizar la masonería se tendrá que
distinguir, más en cuanto a la finalidad que persiguen
que en cuanto a los principios fundamentales de su doctrina,
una masonería regular u ortodoxa, frente a una masonería
irregular y heterodoxa. La primera sigue más fiel a los
principios sobre los que fue fundada: creencia en un Ser Supremo,
respeto de la Biblia y no injerencia en cuestiones políticas
y confesiones, y ha preferido dedicar su actividad al campo humanitario;
Y la segunda es la propugnada por el Gran Oriente francés,
atea, sectaria y declaradamente anticatólica.
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- Doctrina.
- Desde el punto de vista religioso: la masonería proclama
como principio básico e incontrovertible la independencia
absoluta de la razón humana frente a cualquier autoridad
o enseñanza. El naturalismo y el racionalismo son su punto
de partida. Consecuencia de esta radical decisión es la
negación de la mayor parte de deberes con Dios y el indiferentismo.
Todas las enseñanzas de la Iglesia no serían más
que mitos de los que el hombre moderno y culto debe librarse.
En la recepción de los grados supremos es de rigor la
apostasía, bien de manera expresa, bien mediante la realización
de acciones sacrílegas que la suponen. Como la Iglesia
Católica afirma ser la encargada de transmitir la enseñanza
de Cristo, la masonería cae fácilmente en el deseo
de combatirla; no es de extrañar que una de las metas
más codiciadas de la secta haya sido la de "suprimir
la sagrada potestad del Romano Pontífice y destruir por
entero el Pontificado, instituido por derecho divino"
-
- Las verdades religiosas cognoscibles con la luz natural de
la razón y que son como los fundamentos de la fe - existencia
de Dios, espiritualidad e inmortalidad del alma, distinción
entre el bien y el mal, recompensa y castigos eternos, etc. -
se convierte pronto para los masones en producto de la superstición
y del fanatismo. Aunque suelen hablar, ejemplo: de un Ser Supremo
con el nombre de Gran Arquitecto del Universo, este resulta bien
distinto del Dios de la revelación cristiana, trascendente
al mundo, providente, personal. Para la masonería, Dios
viene a ser una palabra del vocabulario de los pueblos infantiles,
que se repudia cuando se alcanza la madurez de la civilización.
Tal madurez supone la emancipación de la humanidad de
cualquier tipo de "esclavitud", civil, religiosa y
moral.
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- Así sea tolerancia inicial con las diversas nociones
de Dios va cambiando según se progresa en la escala jerárquica
de la masonería. En el Rito Escocés Antiguo y Venerado,
uno de los más difundidos, en el momento de recibir el
grado 13, el Gran Maestro recuerda al candidato: "cuando
fuiste iniciado en nuestra orden manifestasteis la idea de Dios
según vuestro criterio y en armonía con vuestras
creencias religiosas. Aunque aprobado nosotros vuestra manera
de pensar sobre este importante asunto, deseamos que os sirváis
amplificar aquellas primeras opiniones acerca de la existencia
de Dios, y decirnos si habéis establecido alguna modificación
a cuanto entonces expresasteis, como consecuencia de los estudios
masónicos o de los dictados de vuestra conciencia. Los
francmasones no pueden fomentar la existencia de Dios en el concepto
sometido al efecto por las religiones positivas, porque en este
caso tendrían que mostrarse partidarios de una u otra
creencia religiosa, y bien sabéis que esto se opondría
al principio de máxima libertad consignado en sus estatutos".
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- Moral masónica
- La masonería "predica la moral universal, una
e inmutable, más extendida, más universal que la
de las religiones positivas, todas ellas exclusivistas, puesto
que clasifican a los individuos en paganos, idólatras,
cismáticos..." Como en consecuencia inmediata de
esta vaga moral naturalista, se sigue fácilmente la negación
de toda norma moral objetiva (ley eterna, ley divina, etc.),
es el relativismo moral, que puede llegar, en la teoría
y en la práctica, a sostener el principio de que el fin
justifica los medios.
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- Aunque quizá partiendo de la masonería irregular,
esta se ha mostrado especialmente activa, según denuncia
de León XIII, en la promulgación de leyes anticristianas,
prescribiendo las órdenes religiosas, confiscando los
bienes de la Iglesia, promoviendo activamente el divorcio, suprimiendo
la enseñanza religiosa de las escuelas, quitando los emblemas
cristianos de hospitales, aulas, tribunales de justicia, etc.,
También cabe enumerar entre sus objetivos el alejamiento
de los sacerdotes de la cabecera de los moribundos, la inhumación
con un solo rito civil, etc. El resumen de actividades de la
Logi-Unión de los Pueblos, en 1891, proclamaba que "todas
las grandes leyes que desde hace veinte años han sido
aprobadas (en Francia), y las que se aprobarán en lo sucesivo,
han sido elaboradas en nuestros Talleres y han sido objeto de
nuestros trabajos"
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- Desde el punto de vista filosófico: la masonería
acepta y patrocina todas las teorías que no pretendan
para sí la exclusividad de la verdad. Es un sistema ecléctico
en el que, rechazando toda apertura a lo sobrenatural, caben
tanto el ateísmo como el panteísmo, el iluminismo
o el espiritismo, las doctrinas maniqueas como el politeísmo.
De un modo más o menos oficial, los escritores masones
han presentado la filosofía del siglo XVIII, y el deísmo
como su propia enseñanza, si bien no decisiva. En la masonería
caven todos los sistemas filosóficos con tal que no tengan
un contenido católico. Su religión es la de la
Humanidad; su Evangelio, la Ciencia; su Dios, la Razón;
filosóficamente podría calificarse como un escepticismo
y relativismo de tipo práctico, y poco especulativo.
-
- Declaraciones de la Santa Sede. Sustentando la masonería
estas doctrinas (naturalismo, racionalismo, indiferentismo, gnosticismo,
deísmo, etc.) no es de extrañar que la Santa Sede
la haya condenado repetidamente. La primera intervención,
antes de la división de la masonería, es de Clemente
XII el 24 de abril 1738 con la Constitución In eminenti:
"Teniendo la misión de salvar las almas. Nos ordenamos
a todos los fieles, en nombre de la santa obediencia, que no
se agreguen a estas sociedades de masones. También les
prohibimos propagarlas o favorecerlas. Todos los cristianos deben
abstenerse de esas reuniones y congresos bajo pena de excomunión
inmediata, reservada exclusivamente a Nuestra Persona".
Benedicto XIV interviene de nuevo para acallar las voces que
sostenían que la Constitución In eminenti había
dejado de obligar (Constitución Providas, 18 de mayo 1751).
-
- Posteriores condenas son las de Pío VII, con la Constitución
Ecclesiam a Jesu Christo, de 12 sept 1821; León XII, con
la Bula Quo graviora, de 13 marzo 1825; Pío VIII, con
la Encíclica Traditi, de 21 de mayo 1829; Gregorio XVI,
con la Encíclica Mirari vos de 15 agosto 1832; Pío
IX, con la Encíclica Qui pluribus de 9 noviembre 1846
y Quanta cura de 8 diciembre 1864; y el mismo Pío IX en
la Bula Apostolicae Sedis de 12 octubre 1869 resume así
las sanciones contra la masonería: "declaramos sometidos
a la excomunión latae sententiae reservada al Soberano
Pontífice a todos los que dan su nombre a las sectas de
los masones o carbonarios, o bien a las asociaciones del mismo
genero que conspiran, ya públicamente, ya en secreto,
contra la Iglesia o las legítimas potestades; y a quienes
favorecen esas sociedades, de la manera que sea; y también
a quienes no denuncien a sus jefes y directores, hasta que los
denuncien". Documento importante es la Encíclica
Humanum genus, 20 abril 1884, de León XIII, donde se exponen
los fundamentos últimos de la secta y los peligros que
entraña para la fe. Es también importante la alocución
consistorial de 20 de noviembre 1911 de Pío X (AAS 30
nov. 1911); la Sagrada Congregación del Santo Oficio (actualmente
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe) el 27
de junio 1838, declaraba que en la condena general están
comprendidas también la masonería escocesa, irlandesa
y norteamericana. Pío XII, el 24 junio 1958, señaló
como "raíces de la apostasía moderna el ateísmo
científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo,
el laicismo, y la masonería, madre común de todas
ellas".
-
- La disciplina vigente está recogida en los cánones
684, 2335 y 2336 del CIC. En el primero se prohibe a los fieles
dar el nombre de asociaciones secretas, condenadas, sediciosas,
sospechosas o que procuran sustraerse a la legítima vigilancia
de la Iglesia. En el segundo, se indica que los que dan el nombre
a la secta masónica incurren ipso facto en excomunión.
En el tercero recoge las penas impuestas a los clérigos
que dan su nombre a la secta masónica.
-
- La masonería actual.
- En enero de 1968 la prensa occidental divulgó una
decisión del Episcopado. Escandinavo, fechada en octubre
de 1966, que permitía a dichos obispos conceder autorización
para continuar inscritos en la logia a los masones que quisieran
ingresar en la Iglesia Católica. Con este hecho se ha
querido ver un cambio en la posición de la Iglesia respecto
a la masonería. Se sostiene la tesis de que la masonería
actual no es la misma de hace un siglo, que hay que distinguir
entre la masonería regular anglosajona y la de los países
latinos, y que sólo a esta última se habían
dirigido las reprobaciones pontificias de los dos últimos
siglos. Ante noticias que presentaban como inminente una declaración
pontificia en tal sentido, la Radio Vaticano hizo público
el 16 marzo 1968 el siguiente comunicado: "Según
recientísimos informes de la prensa diaria de varios países,
la Santa Sede habría autorizado la permanencia en la organización
masónica a personas convertidas al catolicismo, y tendría
la intención de mudar profundamente la disciplina canónica
acerca de la misma masonería. Por el competente Dicasterio
de la Santa Sede hemos sido autorizados a desmentir tales informaciones
como carentes de fundamento".
-
- Es verdad el cambio experimentado por la masonería
en la actualidad, incluso la masonería irregular ha perdido
en parte su carácter sectario y anticatólico. Por
otra parte, el diálogo personal con los masones, como
con todo el mundo, por parte de los cristianos individualmente,
forma parte de la convivencia humana y del trato apostólico
que todo cristiano con la debida preparación está
obligado a vivir; cosa distinta es el diálogo con la masonería
en sí, como asociación o como doctrina, que exige
prudencia y personas competentes, si en alguna circunstancia
fuese oportuno o conveniente; incluso la Iglesia podría
levantar las penas disciplinares vigentes actualmente como los
que dan su nombre a una secta masónica; pero esto no significaría
la aprobación de la masonería. Tampoco podría
decirse que, a partir de ese momento, los católicos podrían
inscribirse en la masonería, o que los masones podrían
ser simultáneamente miembros activos de la masonería
y de la Iglesia. La cualidad buena o mala de una doctrina o institución
es intrínseca a ella misma, anterior e independiente de
cualquier declaración del magisterio. La masonería
no es inconciliable con la Iglesia porque ha sido condenada;
sino al revés: Ha sido condenada porque es inconciliable;
y continuará siéndolo - aunque la Iglesia, por
motivos psicológicos o pastorales, decida suprimir la
excomunión mientras no cambien substancialmente sus principios
anticristianos. No es la diferencia, aprobación o reprobación
oficial que lo convierte a una doctrina en buena o mala. Ej.
El hecho de que no se condene expresamente el Islamismo no significa
su aprobación, ni permite a los católicos formar
parte simultánea de la Iglesia y del Islam; o si la autoridad
eclesiástica levantara la excomunión que recae
sobre los que procuran eficazmente el aborto, no por eso el aborto
dejaría de ser pecado moral: es siempre -con excomunión
y sin ella- un atentado grave a la ley moral.
-
- Lo mismo ocurre con la inscripción en la masonería:
con excomunión y sin ella, un católico no puede
formar parte de una secta o sociedad masónica (pecaría
mortalmente), pues se hallaría en peligro próximo
e inmediato de apostasía, y estaría cooperando
en el mal. Mientras no cambien los principios ideológicos
de la masonería, esta es inconciliable con la doctrina
católica. La masonería ha cambiado, aunque más
en su aspecto externo; no suele aparecer como perseguidora de
la Iglesia, ni hace mucho hincapié en el secreto; presenta
a algunos de sus miembros públicamente, celebra grandes
reuniones, saca fotografías en la prensa, proclama sus
ideales de fraternidad universal; y esto, también en los
países latinos, donde tradicionalmente actuaba en forma
violenta. Sin embargo, en los puntos fundamentales, en sus presupuestos
doctrinales sigue siendo una mezcla de naturalismo, racionalismo,
indiferentismo religioso, deísmo, etc.; aunque en su forma
más radical, tal como lo resumía León XIII,
no son ya tan virulentamente sostenidos, en el sentido de que
muchas logias no insisten tanto en ellos y centran más
su atención en realizaciones prácticas de tipo
humanitario o de vida social de todas formas aquellos principios
continúan de alguna forma presentes.
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- Es siempre un gran riesgo -en muchas circunstancias, pero
en concreto por lo que se refiere al diálogo con la masonería-
la abdicación de la fe en nombre de un humanismo radical
sin Dios. En aras de unos valores que se presentarían
como unos ideales o superiores, al menos desde un punto de vista
práctico e inmediato, invocando una fraternidad filantrópica,
se prescinde fácilmente, primero, de Dios como autor del
orden sobrenatural y de la Redención, y se excluye, por
tanto, toda religión revelada. Al recluir la fe a un mero
plano de convicciones de conciencia se termina por eliminar a
Dios de la vida de los hombres, reduciéndolo a una mística
expresión de la Humanidad, del Universo, etc. Y de esta
forma se destruye el orden moral, privado ya de fundamento.
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- Origen.
- Los masones definen que ellos no son una secta, sino un pensamiento
filosófico. Sin embargo, la mayoría de los autores
que escriben sobre sectas, los incluyen como una más.
La masonería tiene afinidad con los movimientos esotéricos,
es pseudo-espiritual y pseudo-religiosa. Varias de las sectas
que hemos tratado han estado relacionadas de una forma u otra
con la masonería. La Teosofía, el Espiritismo de
Allam Kardec, los Rosacruces.
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- Es muy discutido el origen de la masonería. Algunos
autores lo sitúan en los comienzos de la antigüedad
oriental; otros admiten que su fundador fue Hiram Abif, arquitecto
del templo de Salomón, que había sido masón;
otros más dicen que se deriva de corporaciones de operarios
creados por Numa, en el 715 A.C. Cierto autor masón afirmó
que Jesús usó muchas enseñanzas masónicas
en su doctrina, y que el origen de la masonería se pierde
en la noche de los tiempos.
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- Como vemos:
- En cuanto a los orígenes de la masonería se
han dicho diferentes cosas. Se ha afirmado que proceden de Egipto,
del templo de Salomón y de ministerios antiguos. Sin embargo
su nombre proviene de la palabra inglesa "free-mason"
que designa al obrero que pule la piedra. Se trata de albañiles
libres que se organizan en forma especial para asegurar formar
un grupo de trabajadores calificados. Eso sucede en la edad media.
Este grupo incluye los que no pertenecen a él. Para lograr
esto guardan secretos técnicos y profesionales sobre palabras,
signos y manejo de instrumentos. Para que esto sea efectivo y
el secreto se guarde hacen un juramento. En su origen la masonería
tuvo incluso patronos; uno de ellos fue San Juan Bautista.
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- Luego los masones evolucionan y cambian de espíritu.
En 1717 se unieron cuatro logias y formaron la gran logia de
Londres. Esta siguió en 1723 las Constituciones de J.
Anderson, que era una reglamentación jurídica.
Ahora sus trabajos y arquitectura toman un sentido simbólico;
ya no se trata de construir catedrales de piedra como lo hicieron
anteriormente, sino de edificar la catedral humana, el hombre
ideal, esto se hace para dar gloria al gran Arquitecto del Universo
que es Dios. En el siglo XVIII la masonería se extiende
por Europa y América.
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- Después de 1815 una parte de la masonería toma
otro sentido político y religioso especialmente en Francia,
Italia y otros países latinoamericanos; algunos se unieron
a los que eran adversarios del orden religioso y monárquico;
en Italia quisieron conseguir el fin del papado y de la Iglesia;
en Francia defendieron las leyes anticlericales de la tercera
república; en España defendieron la república
que terminó en 1936. A esta línea de masonería
se le llamaba "irregular". Era más intelectual,
humanista y racionalista. La logia del "Gran Oriente de
Francia" prohibió ya en 1877 hablar del "gran
Arquitecto del Universo", es decir, de Dios. La de Inglaterra
no siguió este camino y defendió incluso principios
como "la fe en la gran voluntad revelada". La masonería
ha sido prohibida en varios países por razones políticas
y religiosas.
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- En varios países de América Latina, la masonería
estuvo ligada a su independencia e historia. No estuvo tan ligada
a la Gran Logia de Inglaterra que era conservadora, ritual religiosa.
La francesa fue diferente. "El ejemplo francés, anticlerical,
laicista, racionalista y no pocas veces declaradamente ateo,
fue imitado por muchos Orientes y Logias de América Latina,
hasta nuestros días".
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- Por eso, en muchos casos, nos hemos encontrado con masones
deistas, anticlericales, racionalistas y defensores de la libertad
absoluta de conciencia. No hubo demasiados deseos de entendimiento
con la Iglesia Católica. Cuando se dieron contactos fue
más bien a un nivel personal. Claro que después
del Concilio Vaticano II se dio un ambiente diferente e intentos
de cambios. Pero como veremos posteriormente los logros no son
tantos.
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- No obstante lo dicho: La propaganda masónica declara
que la masonería es una institución esencialmente
caritativa, filantrópica, filosófica y progresista;
que tiene como meta la indagación de la verdad, el estudio
de la moral, el combate de la superstición y la práctica
de la caridad; que en ella quiere trabajar solamente para el
mejoramiento material y social de la humanidad; afirman reconocer
y defender la existencia de Dios, la prevalencia del espíritu
sobre la materia y que, por eso, ningún ateo o materialista
puede ser masón, que la masonería no se opone a
la religión, mucho menos a la Iglesia Católica,
más bien recomienda que cada uno practique su religión;
que no hay ninguna incompatibilidad entre la masonería
y la Iglesia; que la masonería proclama la tolerancia
y el respeto a las convicciones religiosas y políticas
de los otros, la autonomía de la persona humana, el amor
a la familia, la fidelidad a la patria y la obediencia a la ley;
que ella considera a todos los hombres hermanos, libres e iguales,
cualquiera que sea su raza, nacionalidad o religión; que
sus leyes, constituciones y reglamentos prohíben expresamente
hablar o discutir sobre política o religión; que
hubo incluso obispos, curas y frailes ilustres miembros de la
masonería sin que hubiera percibido la más mínima
dificultad contra su fe y sus convicciones católicas;
que sus leyes y rituales exigen constantemente que el verdadero
masón sea virtuoso, ejemplar, de buenas costumbres, muerto
para el vicio, sin errores ni perjuicios, observante de la ley,
patriota, cumplidor del deber, apóstol del bien, generoso,
devoto, confiante, pacífico, hermano de todos, protector
de las viudas, abogado de los oprimidos..."
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- Sin embargo, también se exige al masón no profesar
ideologías cristianas en sus principios, ser progresista,
guardar los secretos, jurar bajo diversas penas incluida la muerte.
En la masonería se dan misterios, secretos, esoterismo.
Por eso los consideran secta. Lo afirmado consta en su documento
oficial.
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- Doctrina.
- No se puede hablar de principios universales que sean válidos
para todos los masones, ya que hay diferencia entre ello. Sin
embargo podemos decir que destaca el siguiente pensamiento.
- La existencia de Dios.
- Muchos masones lo aceptan como el "Gran Arquitecto del
Universo". Se trata de un Dios constructor del mundo, ordenador
de la materia. Falta la idea de un Dios personal con el que el
hombre se puede comunicar. Lo más importante en la existencia
de una "fuerza superior". Se cae en un deísmo.
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- La libertad.
- Teóricamente los masones defienden el derecho a pensar
libremente, a creer lo que cada uno desee.
Pero ya hemos visto que a algunos masones les imponen normas
y juramentos que les quitan la libertad. Cuando a uno le dirigen
el pensamiento y le exigen no decir nada de los secretos que
encuentre no le conceden una absoluta libertad de conciencia.
Los masones no pueden fomentar la idea de Dios de una religión,
porque irían contra su principio de máxima libertad.
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- Importancia de la razón.
- Los masones le conceden toda la fuerza a la razón
y a la conciencia, dicen que la razón es autónoma.
Para los católicos la razón tiene importancia;
pero la verdad se encuentra entre la adecuada relación
entre la razón y la fe, entre razón y comprensión
de la revelación divina. Así evita uno ser un "racionalista".
Los masones basan su verdad en la razón y la ciencia.
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- Tolerancia e indiferencia.
- La mayoría de los masones dicen que ellos son tolerantes
con todos, que no imponen dogmas y que solo admiten lo que se
discute racionalmente. Sin embargo el hecho de considerar todas
las religiones iguales y no optar por ninguna es un indiferentismo
religioso. Para el cristiano la revelación de Dios es
garantía de verdad; en la Biblia explicitada por la Iglesia
asistida por el Espíritu Santo está toda la verdad
sobre Dios, el hombre y el mundo. No obstante la tolerancia,
no se permite discutir los principios masónicos, cambiarlos.
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- La enseñanza laicista.
- Los masones al tratar de mantenerse públicamente indiferentes
ante la religión concreta han defendido los estados y
la enseñanza laica o sin religión. Por eso han
defendido tanto la separación entre Iglesia y Estado.
También han luchado por escuelas públicas sin las
clases de religión. Muchas veces su actitud privada ha
sido deferente, ya que han enviado sus hijos a colegios católicos.
Ciertamente Dios y la religión no estorban al hombre,
sino que le ayudan. Los masones, al defender teóricamente
la libertad de conciencia para no caer en el fanatismo, violencia
e injusticia, terminan en la neutralidad. El mismo Estado tiene
que ser indiferente y neutro respecto de las religiones concretas.
Pero ya hemos señalado que no son neutros respecto de
sus principios, doctrinas, rituales y normas. En el fondo se
cae en un agnosticismo.
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- Moral y religión natural. La moral no debe estar ligada
a ninguna creencia religiosa ni basarse en pretendidas revelaciones
divinas. Si queremos creer en las numerosas declaraciones oficiales,
la finalidad de la masonería sería "el estudio
y la práctica de la moral". Pero, hemos visto, una
moral sin Dios, sin Cristo, sin Evangelio, incluso sin concepciones
metafísicas. La religión oficial y pública
debe mantenerse en los límites de la religión natural
indicados por las verdades básicas pacíficamente
aceptadas y comunes a todas las religiones.
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- Además de esta religión común a todos,
se deja a cada uno sus creencias individuales. Pero también
existen críticas a la religión católica
y sus prácticas. La masonería aparece como una
sociedad secreta de fines filantrópicos y humanitarios.
Su filosofía es religiosa, muy parecida al deísmo.
(Deísmo =Palabra en extremo compleja. Se trata de un sistema
que, si bien admite a un Dios personal, rechaza algunos de sus
atributos positivos o, cuando menos, su acción reveladora.
Es exactamente ese aspecto negativo que ya señaló
Bossuet, calificándolo de "ateísmo disfrazado".Hacia
la mitad del siglo XVI aparecen unos adversarios del cristianismo
ostentando por vez primera el nombre de "deístas".
Sin embargo, en Inglaterra es donde, en la segunda mitad del
mismo siglo, se consolida dicha doctrina. Voltaire, Rousseau
y los enciclopedistas fueron los que contribuyeron a su desarrollo
en Francia. Gran parte de los errores propugnados por este sistema
están solemnemente condenados por el ConcilioVaticano).
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- En 1717 fue fundada la Gran Logia de Londres, por el reverendo
anglicano James Anderson y por el hugonote refugiado Jean Theophile
Desaguliers. Sus principios fundamentales, al inicio fueron:
tolerancia religiosa; fe en el progreso de la humanidad; fe en
Dios; cierto racionalismo que excluye las formas exteriores de
la religión organizada como iglesia; aversión contra
el sacerdocio oficial, contra la fe en los milagros y otros".
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- Relación con la Doctrina católica.
- Entre la Iglesia Católica y la masonería se
mantuvieron conversaciones oficiales en los años 1974-1980,
por encargo de la Conferencia Episcopal Alemana. Se trató
de constatar si la masonería ha experimentado cambios,
tales que consientan a los católicos a pertenecer a ella.
Se han estudiado los tres primeros estadios o grados de pertenencia
a la secta. Después de atento examen, la Iglesia Católica
ha constatado que existen contrastes fundamentales insuperables.
En su esencia la masonería no ha cambiado, la pertenencia
a la masonería pone en duda fundamentos de la existencia
de Cristo; debido a que no ha sufrido cambios en la actualidad
se llegó a la conclusión obvia: No es compatible
la pertenencia a la Iglesia Católica y al mismo tiempo
a la masonería.
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- Las razones son:
- a. El relativismo y el subjetivismo son convicciones fundamentales
en las actitudes masónicas.
- b. El concepto masónico de verdad niega rotundamente
la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad.
- c. El concepto masónico de religión es relativo:
todas las religiones serían para expresar la verdad sobre
Dios.
- d. El concepto masónico del gran arquitecto del Universo
es deísta, un Dios que no sería un ser personal,
sino más bien neutral, un "algo".
- e. El concepto masónico de Dios no admite la posibilidad
de una verdadera revelación o automanifestación
de Dios.
- f. El concepto masónico de tolerancia no se relaciona
solamente con las personas sino también con las ideas,
aunque sean contradictorias.
- g. Los rituales masónicos dan la impresión
de ser, pero no son sacramentos.
- h. El concepto masónico sobre el hombre perfecto:
lo que vale no es la gracia sino la virtud, y está en
un sentido de autorredención, que no deja lugar para la
doctrina cristiana sobre justificación.
- i. La espiritualidad masónica pide de sus adeptos
una total y exclusiva pertenencia, dedicación y entrega,
que ya no deja lugar para las exigencias espirituales de la Iglesia.
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- Organización.
- Está organizado en ritos que se dividen en grados.
Unos grupos tienen más grados que otros. Así el
de York tiene 10 y el escocés 33.
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- De esta forma presenta José Cabral los aspectos principales:
Los juramentos: Para cada grado de la masonería hay un
juramento específico con las promesas evangélicas.
La realidad es que el masón jura no revelar cosas que
todavía no conoce.
- El ritual de iniciación: Para el primer grado (aprendiz)
se le pone una venda en los ojos, y con vestimentas especiales
se le conduce a la puerta del templo, donde él afirma
que es un profano que se está allegando a la luz de la
masonería. Y así, en forma semejante, se suceden
los rituales para cada grado.
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- Los símbolos: Se usan mucho los instrumentos del albañil
y del arquitecto, así como los que usaban los sacerdotes
del Antiguo Testamento. El delta -triángulo que tiene
en el centro un ojo que representa todos los atributos de la
divinidad- se encuentra encima del trono del venerable Maestro,
entre el sol y la luna, que representan las fuerzas del sumo
Creador. La escuadra representa la mortalidad; el nivel, la igualdad
y la plomada, la rectitud
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- El culto: El segundo código masónico dice que
el verdadero culto a Dios consiste en las buenas obras. En el
ritual empleado para el candidato a Maestro Masón (grado
3), el venerable abre y cierra el trabajo en nombre de Dios y
de un patrono, digamos, "San Juan de Escocia". El absurdo
es evidente.
- Las oraciones: Hacen oraciones; con todo, no las hacen en
el nombre de Jesús, como lo enseña la Biblia, ni
tampoco lo mencionan a Él.
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- Ceremonias fúnebres: En los funerales hay una ceremonia
en la logia, sin la presencia del cuerpo del fallecido; otra
en una iglesia o en una residencia; y otra en el cementerio.
En todas ellas se enfatiza la salvación por las obras
y se afirma que el fallecido está pasando de la logia
terrestre a la logia celestial. Lógicamente, esta manera
de hablar se fundamenta en que la masonería cree que su
adepto está salvo: una salvación sin Cristo y sin
su sangre expiatoria.
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- En cuanto al funcionamiento concreto nos encontramos con
una logia que es una agrupación de masones, presidida
por un maestro. Una obediencia o Gran Logia que es una federación
de logias presidida por un Gran Maestro; estas son nacionales.
Igualmente se llaman logias "a los templos o locales donde
se reúnen o trabajan; también se llaman escuelas,
talleres, templos o santuarios". El delantal es el símbolo
del trabajo y de la jerarquía tradicional de aprendices,
compañeros y maestros.
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- Atras